Ciudad Juárez, Chih.

La organización civil Red de la Defensa de los Territorios Indígenas de la Sierra Tarahumara denunció a dos caciques, los hermanos de apellidos Alderete Arciniega, por ser los causantes de la violencia contra pobladores tepehuanes, en el municipio de Guadalupe y Calvo, al sur de Chihuahua.

Manifestaron que decenas de familias tepehuanes, también conocidas como ódami, han visto sus derechos humanos y comunales violentados por Cornelio y Aurelio Alderete Arciniega, quienes con la anuencia de autoridades y sus pistoleros han despojado de tierras y ganado a las comuni- dades, y desplazado a familias enteras porque se atrevieron a denunciarlos.

Explicaron que indígenas de las comunidades Cordón de la Cruz, Mesa Colorada, Tepozán y Tuáripa tienen la posesión de 3 mil 500 hectáreas desde antes del reparto agrario; sin embargo, los hermanos Alderete Arciniega solicitaron a la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Agrario (Sedatu) la enajenación de esos terrenos de propiedad nacional, al asegurar que ellos son los verdaderos dueños.

Con este procedimiento, señaló la red, desconocieron e invisibilizaron a las familias indígenas que viven ahí desde hace muchas generaciones. Además, personas al servicio de estos hermanos los han agredido y han violado sus derechos humanos, principalmente en Guadalupe y Calvo, donde realizan sus actividades de manera impune.

Precisaron que en julio de 2016, Cornelio Alderete movilizó a sus pistoleros y a su familia para cercar los terrenos de los que se dijo dueño, y despojó a las familias originarias de sus territorios y cercaron caminos y senderos, situación que denunciaron ante la Fiscalía General del Estado (FGE).

Tras denunciar los despojos, los individuos arreciaron sus agresiones, amenazas y daños a las comunidades mencionadas; incluso emisarios de Cornelio Alderete golpearon a menores de edad.

Enajenan terrenos

Por este motivo habitantes de Cordón de la Cruz, Mesa Colorada, El Tepozán y Tuáripa, así como habitantes de El Sucepe, comunidad mestiza, se inconformaron ante la Sedatu por la solicitud de enajenación de terrenos nacionales que hizo Cornelio Alderete.

También denunciaron ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la construcción de un camino de 8 kilómetros y de 6 metros de ancho que atraviesa el territorio indígena, porque cambiaron de forma arbitraria el uso de suelo y afectaron el entorno natural. Para abrir la vialidad talaron más de mil 800 pinos, encinos, táscate, madroños y vegetación.

Además, amenazan e intimidan lo que genera un constante clima de inseguridad para las familias indígenas que con valentía han denunciado los ilícitos y defienden su territorio; también han sido víctimas de robo de ganado por los caciques.

La red insistió en que todos estos delitos se han ejecutado con el cobijo de las autoridades municipales. Los hermanos Alderete Arciniega tienen parentesco político con el comisario ejidal.

Por todas las agresiones y violaciones a los derechos humanos y comunales de las comunidades referidas, demandaron a las autoridades estatales y federales reconocer a los posesionarios indígenas de las tierras y castigar a los agresores.