El CJNG enfrenta a La Nueva Familia Michoacana
Viernes 13 de octubre de 2017, p. 7
El incremento de la violencia en los estados de Michoacán y Colima está relacionado con la pugna que sostienen el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra el de La Nueva Familia Michoacana, encabezada por Luis Antonio Torres, El Americano.
El cártel La Nueva Familia Michoacana dio conocer su aparición pública en febrero de 2016 mediante mantas que aparecieron en diversos municipios, principalmente en Lázaro Cárdenas, Jiquilpan, Sahuayo y Gabriel Zamora, así como en zonas de Tierra Caliente en Michoacán.
Luis Antonio Torres fue parte de los grupos de autodefensa que surgieron para enfrentar a Los caballeros templarios en 2013, aunque formaba parte de organizaciones delictivas de la zona. Después de la extinción de los autodefensas, El Americano se asoció con los hermanos Sierra Santana, conocidos como Los Viagras, explicaron las fuentes consultadas.
La Nueva Familia Michoacana sumó a sus filas a ex integrantes de algunas células de Los caballeros templarios, así como a narcotraficantes locales dedicados a la producción de drogas sintéticas, para frenar el avance del CJNG, el cual fue apoyado por grupos que colaboraban con Los Cuinis, una banda regional dirigida por Abigael González Valencia.
Los Cuinis, en sociedad con Nemesio Oceguera, El Mencho, crearon el CJNG y uno de sus primeros centros de operaciones fue el estado de Colima, donde el grupo de ese capo ha sostenido disputas tanto con el cártel de Sinaloa como con La Nueva Familia Michoacana, ya que los puertos de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y el de Manzanillo, en Colima, eran sus principales centros de arribo de cargamentos de químicos para la producción de drogas sintéticas.
De acuerdo con la información proporcionada, en el caso de Colima, el CJNG desplazó a los productores locales de drogas sintéticas y a los narcomenudistas. Tras su recomposición, La Nueva Familia Michoacana disputa en Michoacán los sitios donde se han localizado narcolaboratorios que antes estaban en poder de Los caballeros templarios.
Ese es el origen del incremento en el número de homicidios, tanto en Colima como en Michoacán, donde autoridades federales y locales mantienen operativos conjuntos que, sin embargo, no han logrado disminuir la violencia entre esas organizaciones.