El Bronco y Marichuy se registran para contender por la Presidencia
Funcionarios del gobierno de NL acudieron en apoyo a Rodríguez Calderón; tienen mi permiso
, dijo
Eres nuestra vocera por tierra y libertad
, se leía en cartulinas para la representante del CNI
Domingo 8 de octubre de 2017, p. 3
La pasarela de presidenciables sin partido político corrió de norte a sur. De El Bronco a Marichuy, de los funcionarios trajeados a las mujeres indígenas, de la nueva mercadotecnia independiente a zapatistas antaño escépticos y hoy entusiasmados por votar.
Primero arribaron al Instituto Nacional Electoral (INE) el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, en una lujosa camioneta Suburban color champagne metálico, acompañado de su familia.
De independiente sólo las playeras con letras moradas que llevaban sus seguidores, porque había decenas de funcionarios del gobierno de Nuevo León.
Todos tienen mi permiso; debiste haber investigado, porque tu periódico es el más criticón y son los más vendidos en todo México
, respondió el mandatario a la reportera que le preguntó sobre este uso de recursos públicos.
En la explanada el estilo Bronco estaba esparcido por doquier, fruto de una meticulosa planeación de su equipo, que llegó de avanzada un día antes. De un lado, jóvenes con cabezas de unicel pintadas con los logotipos de los partidos políticos sostenían letreros, en los que lamentaban que un triunfo del gobernador los dejaría sin recursos.
Más allá, otros seguidores levantaban pancartas hechas ex profeso con aquella imagen que lo distinguió cuando buscaba el voto para ser gobernador: vestido de chaleco y sombrero acompañado de la frase: Firma por la nueva Independencia
. Aunque en el INE estaba un Bronco más formal, de saco.
Y así como el boxeador retirado Julio César Chávez ha levantado el brazo a candidatos del PRI a la Presidencia de la República, como Roberto Madrazo y Francisco Labastida –a quienes por cierto no les fue bien en las elecciones–, ayer hizo lo mismo con el gobernador de Nuevo León.
El medallista olímpico Raúl González, quien se encumbró como político en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, también acompañó al ahora aspirante presidencial y se apuntó en la búsqueda de ser senador independiente, siendo aún titular del deporte en el estado.
Rodríguez Calderón, su esposa, sus cuatro hijos y su mamá caminaban lento entre la multitud. Se oían los acordes de un son jarocho que interpretaban unos trovadores cuando del lado izquierdo llegó un grupo con pancartas de apoyo a la vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Consejo Indígena de Gobierno (CIG).
Le tocaba a María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, presentar su manifestación de contender como candidata presidencial en 2018.
El norte con la marca de independiente y el sur zapatista se cruzaron en ese momento, lo que algunos universitarios no pasaron por alto. “El Bronco y el priísmo son pan con lo mismo”, gritaban frente a colaboradores del gobernador, más ocupados en planear en qué restaurante de la Condesa se irían a comer.
Al final los seguidores de la aspirante presidencial indígena tomaron la explanada. En cuestión de minutos, el INE dejó de ser morado y se pintó de los colores de los trajes de mujeres y niños que probablemente aguardaban a participar por vez primera en este ritual de la democracia representativa.
El ambiente pasó de los sones a una batucada que entusiasmó a algunos invitados que comenzaron a cantar la rola Matador, de Los Fabulosos Cadillacs, y a menear sus cuerpos.
Terminado el papeleo, la aspirante subió atrás de una camioneta y dio un mensaje para advertir sobre lo amañado
que es el proceso de registro en relación con el exceso de trámites.
Alrededor había muchos funcionarios del INE que curioseaban ese desfile inédito y que buscaban un buen lugar para ver a quien, a diferencia de otros, no ha gozado de los reflectores mediáticos y era más difícil de identificar.
La ahora aspirante bajó las escalinatas del instituto abriéndose paso entre mantas pintadas a mano que decían frases como: “Marichuy, nuestra vocera por tierra y libertad”, y abordó un automóvil Peugeot compacto, donde ella y sus cuatro acompañantes se apretujaron. Y la fila de aspirantes seguía en el INE.