Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó temporalmente restricciones a la navegación de embarcaciones extranjeras por aguas estadunidenses para ayudar a que lleguen combustible y suministros a Puerto Rico, en momentos en que el territorio libre asociado intenta recuperarse del azote del huracán María.

Trump autorizó la suspensión de la ley Jones de 1920, que reducía el número de barcos disponibles para entregar ayuda a la isla, duramente castigada por los huracanes Irma y María.

La suspensión entrará en vigor de inmediato, tuiteó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien confirmó que la medida fue solicitada por el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló.

La decisión forma parte de un paquete modificado de disposiciones para Puerto Rico, explicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert.

Organizaciones humanitarias y ciudadanos en la isla criticaron duramente esta legislación, ante los inmensos daños generados por el huracán y los lentos trabajos de reconstrucción por la falta de agua potable, electricidad y combustibles para poder repartir la ayuda.

En un primer momento, María dejó a Puerto Rico sin agua potable y electricidad, después comenzó a escasear el combustible, ahora mucha gente se está quedando sin efectivo y teme que sobrevivir se haga más difícil en el devastado territorio. Los expertos estiman que la parálisis económica en Puerto Rico podría durar semanas.

En la actualidad hay unos 9 mil contenedores en los puertos que no pueden ser transportados, escasea el agua y el diésel, confirmó Bossert.

El gobierno estadunidense envió más de 10 mil efectivos a Puerto Rico para enfrentar la crisis. El presidente Trump visitará la isla el próximo martes.

Se estima que los daños, incluidas las pérdidas de las empresas, alcancen 30 mil millones de dólares, por lo que el gobierno de la isla pidió un paquete de ayuda a Washington. En tanto, volvieron a estar activos 44 de los 69 hospitales de la isla, así como cuatro puertos y ocho aeropuertos.