Ciencias
Ver día anteriorViernes 29 de septiembre de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

José Luis Morán ofrece conferencia sobre el papel de la ciencia en el progreso de la sociedad

Solucionar problemas complejos requiere equipos multidisciplinarios

Aplicar el conocimiento en ese sentido ha dado visibilidad a las instituciones de educación superior, afirma el titular de la AMC, en congreso de contaduría y administración

Foto
Si queremos una sociedad más justa, con un desarrollo más equilibrado, se debe invertir más en educación y ciencia, asegura José Luis Morán (a la izquierda). En la imagen, acompañado de Sergio Javier Jasso, en el auditorio Maestro Carlos Pérez del Toro, en la UNAMFoto cortesía de la AMC
 
Periódico La Jornada
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 2

En las décadas pasadas la sociedad ha sufrido cambios importantes gracias a la evolución del conocimiento en comunicación y transporte, por ejemplo; actualmente el papel de la ciencia y sus aplicaciones ha pasado de ser un asunto solo relevante para los especialistas a un tema que atañe a todos, afirmó José Luis Morán López, doctor en física y presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Al dictar la conferencia magistral El papel de la investigación científica, aplicaciones y la innovación en la sociedad moderna, en el auditorio Maestro Carlos Pérez del Toro, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) una de las sedes del 12 Congreso Internacional de Contaduría, Administración e Información, Morán señaló que los términos sociedad y economía del conocimiento son parte del lenguaje cotidiano y hacen referencia a la capacidad de la primera para incorporar el saber generado por sus científicos a sus actividades productivas y de servicios.

Aplicar el conocimiento para solucionar los problemas que afectan a la sociedad ha dado visibilidad a las instituciones de educación superior e investigación científica, precisó.

Proyecto Manhattan

Este proceso, sin embargo, agregó, no siempre ha sido así, ya que se han registrado sucesos en la historia que han contribuido a esta nueva forma de concebir a la ciencia. Uno de ellos es el proyecto Manhattan (para la fabricación de la bomba atómica), creado en la Segunda Guerra Mundial; se le dedicaron recursos económicos sin precedente y reunió a miles de investigadores y técnicos que demostraron contundentemente la importancia de la investigación científica y sus empleos tecnológicos, que posteriormente sirvieron para la generación de energía nuclear.

A partir de esa experiencia, la inversión del Estado y de la iniciativa privada en ciencia, por medio de las universidades y de la consolidación de laboratorios de la industria privada, creció notablemente en los países desarrollados, con grandes dividendos, destacó Morán.

Sin embargo, también hubo otros descubrimientos que han abonado en favor de la sociedad, como el del transistor, en 1947, en la posguerra, que produjo la revolución de la electrónica.

Desde esa fecha el tamaño de los transistores ha ido disminuyendo y su densidad en circuitos electrónicos tiene valores insospechados. Sus inventores Bardeen, Brattain y Shockley, de los laboratorios Bell, compartieron en 1956 el Premio Nobel de Física por este logro.

Gordon Moore predijo en 1965 que con el avance de la tecnología, la cantidad de esos dispositivos en un circuito electrónico se duplicaría cada dos años. En 2010 el número de ellos en un microprocesador era de miles de millones; sus dimensiones ahora se miden en nanómetros (una milésima de micra).

Otro ejemplo que planteó el físico es el de los imanes, que tienen un uso cotidiano en audífonos, computadoras, teléfonos fijos y celulares, hornos de microondas, sistemas de grabación, audio y video, así como en motores de puertas eléctricas, extractores de cocina, bombas de agua, de autos, sin olvidar los dispositivos de almacenamiento.

“Sin duda –precisó Morán–, otro de los inventos que ha revolucionado a la sociedad es la Internet, inventado por los físicos de altas energías en el Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), la cual ha modificado completamente las comunicaciones y ofrece una nueva forma de hacer negocios.”

Dos ejemplos recientes de estos negocios es la firma Uber, que utiliza una herramienta de software y sin poseer un solo auto es la mayor empresa de taxis del mundo, o Airbnb, el más grande corporativo hotelero a escala mundial y no cuenta con un solo hotel.

José Luis Morán señaló que estos ejemplos muestran el valor de la ciencia en la vida cotidiana; por tanto, los investigadores tienen un papel social importantísimo, ya que generan nuevo conocimiento, lo aplican a la solución de problemas y forman los recursos humanos especializados que requiere el país.

En este contexto, resaltó que las academias de ciencias del mundo han incluido estos elementos en sus líneas de acción y fungen como promotores de la incorporación del conocimiento a las diversas actividades en la sociedad. Hoy día sabemos que para enfrentar los problemas complejos es necesario conformar grupos multidisciplinarios, porque una sola disciplina no lo puede hacer, admitió.

El presidente de la AMC agregó que las academias, además, son un puente entre las instituciones que realizan investigación científica y los poderes públicos para asesorar y desarrollar programas.

Morán López destacó la importancia de invertir en ciencia, tecnología e innovación, aun cuando el país vive y resiente una crisis económica global. Si queremos una sociedad más justa, con un desarrollo más equilibrado, se debe invertir más en educación y ciencia, (porque) un pueblo sin educación es un pueblo pobre y eso no es lo que queremos.

Ante un público en su mayoría joven, informó que la comunidad científica se ha manifestado en contra del recorte federal a este sector, porque “disminuir el presupuesto a la educación y la ciencia no es el camino (…), necesitamos apoyar el desarrollo en esta área y sus aplicaciones para solucionar problemas; creemos que se debe invertir en la ciencia y sus aplicaciones para ser partícipes, no solo usuarios”.

Sergio Javier Jasso, investigador en la División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, quien fungió como presentador y moderador en la conferencia, apuntó que en otros países los esfuerzos en inversión en ciencia tecnología e innovación son mayores, mientras en México han sido muy pequeños.

En qué medida países como el nuestro, que muestran cierto rezago, tienen la probabilidad real de acercarse a esa dinámica de sociedad del conocimiento, es una discusión abierta, concluyó Jasso.