Tras importante triunfo electoral, renuncia líder de la ultraderecha
Martes 26 de septiembre de 2017, p. 33
Berlín.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, comenzó este lunes a buscar los primeros contactos con posibles socios para formar un gobierno de coalición, mientras la ultraderecha evidenció su división tras el éxito electoral cosechado el domingo.
Es importante que Alemania tenga un gobierno estable
, declaró Merkel en rueda de prensa un día después de las elecciones legislativas en las que los conservadores obtuvieron su segundo peor resultado de la historia, con 33 por ciento de votos.
Como ganadora de las elecciones, Merkel comenzará el cometido de entablar negociaciones con los liberales (FDP), Los Verdes y el Partido Socialdemócrata (SPD), a pesar de que este último ya indicó su intención de regresar a la oposición tras cuatro años de gobierno con la líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). El SPD sufrió el peor resultado de su historia, con apenas 20.5 por ciento de apoyo.
La negativa de los socialdemócratas deja sólo otros dos posibles socios en el tablero de juego: el FDP y Los Verdes, que chocan de frente con la exigencia del aliado bávaro de Merkel, la Unión Social Cristiana (CSU), de establecer un límite a la entrada de refugiados.
A pesar de este conflicto anunciado, Merkel afirmó que buscará la negociación con la CSU y se mostró optimista sobre una solución para formar gobierno con una alianza conocida como Jamaica
, llamada así por los colores de los partidos que hacen referencia a la bandera del país: FDP (amarillo), conservadores (negro) y Verdes.
El pobre resultado de los conservadores y el auge de la ultraderecha evidenciaron la polarización de la sociedad alemana, de la cual la mandataria no dudó en asumir la responsabilidad.
La división de la sociedad está relacionada con ella personalmente
y de manera evidente
, reconoció con la mirada puesta en la gestión de la crisis de los refugiados que llevó al país a acoger 1.3 millones de solicitantes de asilo desde 2015.
Sin embargo, creo correctas las decisiones que se tomaron y de las que yo soy naturalmente de manera especial responsable
, agregó sobre su decisión de abrir las fronteras desencadenando una avalancha de refugiados.
Esta decisión hizo perder presumiblemente a los conservadores un millón de votos que fueron a parar a los populistas de la AfD, que con 12.6 por ciento de los votos se convirtió en la tercera fuerza política del país.
Sin embargo, a un día de haber cosechado ese éxito, los ultraderechistas demostraron que no han dado por cerrada la fase de luchas intestinas que parecían superadas, ya que la copresidenta del partido, Frauke Petry, anunció sorpresivamente su renuncia a entrar al grupo parlamentario de la formación, aunque dijo que continuará con su actividad política.
La salida de Petry, la cara más visible de la formación de tintes xenófobos durante los pasados dos años, pone de manifiesto la existencia de dos facciones enfrentadas en Alternativa para Alemania (AfD), una encabezada por ella y otra por el ultraconservador Alexander Gauland y la doctora en Economía de perfil liberal Alice Weidel.