Las viviendas, en la colonia Zacahuitzco, aún no eran rentadas
Lunes 25 de septiembre de 2017, p. 19
Por años fue una casa de tres niveles. Durante un tiempo estuvo desocupada y hace poco la convirtieron en un edificio de departamentos con tres pisos más, como los que han proliferado en la década reciente en la colonia Zacahuitzco (ubicada enfrente de Portales). Decíamos que estaba mal, cómo va a aguantar el cimiento tanto peso
y así fue, comentó un vecino que vive casi enfrente. El día del sismo este inmueble, ubicado en la calle Bretaña, entre Irolo y Plutarco Elías Calles, se vino abajo.
Dentro sólo estaba una jovencita que hacía la limpieza, porque los dueños apenas estaban en la promoción de los departamentos para renta. Desde el martes 19 los habitantes de la zona se dedicaron a buscar a la chica que conocían sólo como Judith. En un rato ya éramos como 100 los que la buscábamos
, recuerda este hombre de unos 60 años.
Otro edificio que no se cayó, pero sobre el que existen serias dudas, es el ubicado en la esquina de la calzada de Tlalpan y Emilio Carranza, conocido por todos como la Dabo
, porque ahí se encuentra la papelería de ese nombre. El inmueble tiene ocho o nueve pisos y durante dos días estuvo acordonado.
Las cintas fueron retiradas el viernes sin ninguna explicación para los vecinos, sobre todo para los padres de los niños que asisten a la escuela primaria General Anaya, ubicada en el predio aledaño al de la Dabo.
Además de los daños que por fuera se ven en el inmueble, lo más preocupante para los adultos es la salud emocional de sus hijos, que el día del temblor se concentraron en el patio principal y desde ahí vieron cómo el edificio de la papelería y otros negocios se movían como gelatina
.
¿Cómo les decimos que van a estar bien si nosotros no tenemos esa certeza?
, se preguntan. La Secretaría de Educación Pública emitirá un dictamen sobre el plantel, pero no es suficiente, señalaron algunos padres.
Así como este inmueble, hay otros en la zona y del otro lado de la calzada de Tlalpan pendientes de revisión por Protección Civil. En el de Bretaña esa preocupación no existe, porque sólo quedan los escombros.
En las primeras horas posteriores al sismo tres adultos jóvenes se convirtieron en topos y decían que escuchaban ruidos, pero no lograron llegar hasta donde estaba Judith. El jueves por la tarde llegó un equipo de rescatistas japoneses y unas horas después lograron sacar el cuerpo, comentó el vecino que vio caer el edificio.
Recuerda que luego hubo dos explosiones en los tanques de gas estacionario. Eso, asegura, es la evidencia de la corrupción, porque las autoridades han dado permisos al por mayor
para construir decenas de edificios en esta zona de la ciudad, donde antes sólo había casas. Ahora predominan edificios de departamentos.