esde el punto de vista social, existen muchas cosas que se pueden comentar con motivo del reciente sismo que sacudió a México. Por lo cual, a modo de evaluación del estado de cosas
, en lo personal, me gustaría resaltar los siguientes puntos:
1. El uso de medios tecnológicos como redes sociales para compartir información (verdadera y falsa) sobre los acontecimientos. A diferencia de 1985, en este 19 de septiembre y días posteriores, la información circuló de manera ágil, se crearon aplicaciones para conocer en tiempo real acerca de las necesidades en los distintos centros de acopio.
Sin embargo, en sentido negativo, también fue mucha la información falsa que circuló por las redes sociales, lo cual generó confusión entre la población y esfuerzos desaprovechados.
2. El caso de la niña Frida Sofía, su cobertura mediática y posterior desenlace desenmascarado como una farsa. Al igual que en 1985 con el caso de Monchito, el caso de Frida Sofía se presenta como un negativo en un ambiente que ha destacado por la solidaridad y esfuerzo de todos los rescatistas y voluntarios.
3. La reacción desbordada de voluntarios, principalmente jóvenes, quienes no vivieron los sucesos del sismo de 1985 como muchos de nosotros. Los primeros en salir fueron los jóvenes, de nueva cuenta, el estacionamiento del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria sirvió como un espacio de organización de brigadas universitarias.
4. El rechazo generalizado a autoridades, políticos y partidos, como consecuencia del clima de desconfianza y descomposición de la relación entre sociedad y clase política actual.
5. El desbordamiento de los apoyos en especie y fuerza de trabajo, hasta el punto en que rebasaron las necesidades inmediatas, lo cual de nueva cuenta permitió demostrar al mundo la unión de los mexicanos.
6. El desbordamiento de la capacidad de respuesta de las autoridades para realizar dictámenes en materia de protección civil a los edificios que aparentemente se encontraban dañados. Solamente la delegación Benito Juárez recibió, en las 24 horas posteriores al sismo, más de 4 mil solicitudes de dictaminación de diversas construcciones.
7. El involucramiento social en la tragedia. Esta fue una tragedia de todos: los afectados, los que pudieron brindar alguna ayuda y los que no. Hubo incluso gente triste o deprimida por no poder ayudar, olvidando que la ayuda, por definición, es algo que se da cuando te encuentras en condiciones de hacerlo.
8. Se puso a prueba la cultura de protección civil que empezamos a desarrollar exactamente hace 32 años, lo cual pudo demostrar algunos avances, pero sobre todo los grandes retrasos que persisten en la materia.
9. El sismo despertó valores positivos de identidad y pertenencia en un gran número de mexicanos. Quizá más que la conmemoración nacional por excelencia, que es del día de la Independencia, y que se celebra en este mes de septiembre.
10. La tragedia, como todo, sacó a relucir lo mejor y lo peor de los mexicanos. Pero en el balance, destacan notoriamente los hechos positivos.
*Magistrado presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México