San Dionisio del Mar, Oax.

Damnificados del terremoto del pasado 7 de septiembre pertenecientes a la Asamblea Comunitaria de ikoots en San Dionisio del Mar, conocidos por oponerse a un proyecto eólico de Mareña Renovables, instalaron con apoyo de la sociedad civil su primera cocina abierta.

Con la asesoría y respaldo de la agrupación social Código DH, entre otras, que se han solidarizado con el pueblo ikoots, se montaron hornos de comixcal, donde las mujeres elaboran totopos, alimento primordial de las familias de la región.

Los damnificados que acuden a la cocina comunitaria, ubicada en el ex casino municipal, dijeron que las autoridades locales y la Secretaría de la Mujer, enlace del gobierno estatal en la población, sólo les entregaron 150 despensas y una parrilla, la cual devolvieron porque no tienen gas ni tubería para su funcionamiento.

Nosotros tenemos otra forma de vida, aquí cocinamos en el fogón de leña y en los hornos, la parrilla no nos sirve, no tenemos dinero para comprar el tanque de gas, por eso decidimos recuperar la vida tradicional y montamos la cocina comunitaria; aquí tenemos techo y también dormimos seguros en las noches, manifestaron.

Explicaron que las autoridades no los apoyaron en la creación de este comedor bajo el argumento de que ya existía uno en la población. “Nosotros para no pelear habilitamos uno de tipo comunitario; aquí existe una gran división social debido a que a nosotros nos llaman opositores eólicos o antieólicos, porque desde 2012 defendemos nuestro mar del megaproyecto de Mareña Renovables y así nos identifican.

Lamentamos que en esta desgracia haya diferencias, por eso mejor creamos la cocina comunitaria y mucha gente viene; aquí todos nos manejamos como hermanos, no hay distinción de nada, expresaron los encargados.

Al comedor comunitario acuden menores, personas adultas y de la tercera edad, donde encuentran tres comidas al día.

La organización social Código DH expuso que la comunidad huave ha sostenido una lucha contra la instalación de proyectos eólicos en sus tierras comunales desde 2012, por lo que aún existe distinción social de parte de las autoridades.

Desde ese año (2012) el palacio municipal se encuentra ocupado por la Asamblea Comunitaria y actualmente sirve de refugio a familias que perdieron sus casas o se encuentran en mal estado y no es seguro quedarse en ellas.