El uso abusivo de las redes sociales jugó ayer en contra de la movilización espontánea y sincera de miles de capitalinos volcados a las calles de la ciudad para ayudar a los demás.

Ayer al medio día, diversas personas se hicieron eco de mensajes provenientes de cuentas seudo periodísticas, que informaban del derrumbe del edificio ubicado en Avenida División del Norte 2863, generando una respuesta inusitada de cientos de jóvenes comprometidos a intervenir en el rescate de quien lo solicite. El mensaje en las redes fue una falsa alarma.

Pese a ello, las calles y avenidas principales del sur y centro de la Ciudad de México fueron tomadas por miles y miles de jóvenes que asumieron los roles de policías de crucero, organizadores, vigilantes, repartidores de víveres o removedores de escombros, con autoridad y la educación requerida en medio de la emergencia nacional.

La tragedia también abrió una nueva brecha entre la realidad fatal de la sociedad afectada por el sismo inusitado y aquello que tenga tufo de política. Se viralizó un mensaje de texto que comenzó a tener cientos de miles de reenvíos entre los usuarios: Tenemos que unirnos para exigir que los partidos políticos no reciban ningún dinero para campañas. No queremos ver espectaculares ni volantes, ni promocionales en televisión y radio. El dinero queremos que se utilice para México. Para reconstrucción.

El presidente del PRI, Enrique Ochoa, expuso haber pedido al resto de las fuerzas políticas que soliciten al Instituto Nacional Electoral (INE) y a la Secretaría de Hacienda donar el dinero presupuestado para las campañas políticas sin simulación y oportunismo. Por lo que toca a su partido, anunció haber contactado a ambas instancias, para donar recursos de las campañas priístas sin violar la ley, en favor de los damnificados y la reconstrucción.

A través de un tuit, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, respondió a la iniciativa de Ochoa: En el PAN reiteramos: sí deben destinarse recursos de los partidos y campañas para apoyar a los damnificados, y debe hacerse sin lucro político.

Los capitalinos atestiguaron ayer diversas muestras de solidaridad y ayuda en horas aciagas.

El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, anunció que por acuerdo de los coordinadores parlamentarios en San Lázaro, el órgano legislativo donará 50 millones de pesos al fondo de reconstrucción, y 10 millones más para equipo de rescate de las víctimas.

Incansables, estudiantes de la UNAM, IPN y UAM se abocaron a la organización de brigadas de ayuda. Entre la recolección de alimentos y artículos de limpieza, también destaca la participación de ingenieros para evaluar los daños.

La movilización social propició que organismos empresariales reaccionaran anunciando apoyos para los ciudadanos volcados en la calle: gimnasios abrieron sus baños para el aseo de quienes remueven escombros, automotrices se habilitaron como centros de acopio, embotelladoras regalaron agua, y hasta una funeraria ofreció sus servicios de forma gratuita. La multinacional Google donó un millón de dólares para la recuperación de México.