Hugo Ismael Sánchez Sandoval fue ejecutado a tiros la noche del martes en Tepic, pocas horas después de que su tío, el priísta Roberto Sandoval Castañeda, había dejado la gubernatura de Nayarit. Si bien la víctima no ocupó cargo público alguno en el gobierno de su pariente, era su principal operador político y financiero.

Roberto Sandoval concluyó su gobierno en medio de constantes ejecuciones y desapariciones, reclamos de familiares de víctimas que consideran que las autoridades no hacen su trabajo y exhortos reiterados de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para que se realicen investigaciones apegadas a los protocolos emitidos por la Procuraduría General de la República. También fue acusado de enriquecimiento ilícito.

Édgar Veytia, quien fue fiscal en su administración, está preso en Estados Unidos acusado de conspiración para producir, distribuir e importar heroína, cocaína, mariguana y drogas sintéticas. A Veytia se le imputa además haberse apoderado de terrenos y casas por medio de amenazas y encarcelamientos ilegales. Por ello se formó una comisión ciudadana de la verdad, cuyo objetivo es reunir pruebas de dichos agravios y buscar que se reintegren los bienes a los afectados. El domingo pasado se informó que ya hay 200 expedientes sustentados.

El martes asumió la gubernatura el panista Antonio Echevarría García. Horas después, Hugo Ismael, sobrino y presunto testaferro del hoy ex gobernador Sandoval Castañeda, fue asesinado en el libramiento carretero del fraccionamiento Valle Real, en Tepic.

El ataque ocurrió minutos antes de las 22 horas, cuando Sánchez Sandoval viajaba en su camioneta Cherokee acompañado de dos jóvenes y fueron alcanzados por un comando a bordon de un vehículo, desde el cual les dispararon. Los dos acompañantes resultaron heridos de bala.

El hecho fue dado a conocer en un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública, pero sin mencionar el nombre del muerto ni de los lesionados.

De 37 años y padre de un adolescente y dos niños, Sánchez Sandoval permaneció fuera de la administración pública de Nayarit por cuestiones legales, pero no era ajeno a las decisiones gubernamentales de asignación de contratos y nombramiento de funcionarios, según fuentes consultadas por La Jornada.

Se le atribuía amistad con el ex fiscal Édgar Veytia, detenido en marzo en San Diego, California, y preso en Brooklin, donde enfrenta tres procesos penales.

Tras la captura del fiscal se incrementaron las ejecuciones en la entidad, sobre todo de policías, por supuestos ajustes de cuentas.

Apenas el 15 de septiembre fueron asesinados los hermanos Francisco y Ricardo Salazar en un restaurante-bar de Tepic. Ambos fueron agentes del ex fiscal Veytia, ligado desde hace una década a Roberto Sandoval.

A este hecho se sumó el asesinato, ayer, de un sujeto identificado sólo como Sergio, de 47 años de edad, en Tepic.

El repunte de la violencia en Nayarit se ha concentrado en Tepic y Xalisco. Entre el sábado y domingo pasados se cometieron 10 asesinatos, entre ellos el de una niña de 10 años de edad que visitaba a su tío.

En tanto, familiares y amigos de víctimas de desaparición forzada aseguran que hay más de 200 personas en esa situación.

El pasado 31 de agosto, José Manuel Delgadillo, encargado del despacho de la fiscalía, compareció ante diputados locales, a quienes precisó que de enero a ese día se habían denunciado 126 desapariciones, y que sólo se había encontrado a 10 personas con vida y 10 muertas.

El nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Javier Herrera Valles, se comprometió la madrugada del lunes a restablecer el orden y revisar los pagos al personal de la dependencia. Mientras, en el Congreso local se analiza nombrar un fiscal interino.