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Sterling K. Brown ganó como mejor actor dramático; Donald Glover, mejor director

Los Emmys brillaron por su diversidad; se entregaron a mujeres, negros y asiáticos
 
Periódico La Jornada
Jueves 21 de septiembre de 2017, p. 6

Los Ángeles.

Negros, asiáticos, mujeres, musulmanes: el palmarés de los premios Emmy brilló por su diversidad, un paso adelante en la lucha de las minorías por más espacios en Hollywood.

Sterling K. Brown ganó como mejor actor dramático por su papel en el drama familiar This is Us, su segunda estatuilla al hilo después de triunfar en 2016 como mejor actor de reparto por American Crime Story.

Fue el primer Emmy en 20 años para un negro en un papel protagónico y el cuarto en 69 años. Bill Cosby fue uno de ellos.

Donald Glover se volvió el primer director negro galardonado. Fue por su serie Atlanta, que le valió además el Emmy a mejor actor de comedia; mientras Lena Waithe se convirtió en la primera persona negra en ganar por guion de comedia (Master of None).

La televisión ha hecho en estos años un mejor trabajo en reflejar la diversidad de Estados Unidos que el cine, por mucho, explicó Darnell Hunt, director de estudios afroestadunidenses de la UCLA. Es un mensaje a la industria de que está el material de calidad que se debe hacer.

Al recibir el premio, Waithe agradeció a los electores por reconocer a un niño indio de Carolina del Sur y a una homosexual negra de Chicago.

Musulmán y tamil

Aziz Ansari, creador de Masters y coganador del premio, es de origen musulmán y tamil. El anglo-pakistaní Riz Ahmed ganó por su parte como mejor actor en una miniserie por The Night of.

Es el primer asiático y musulmán en ganar en esta categoría.

Conciencia es el primer paso para el cambio real, afirmó al recibir el galardón.

Y no puede quedar por fuera la afroestadunidense Ava DuVernay y su documental ganador The 13th, sobre la excesiva encarcelación de negros.

Aminah Bakeer Abdul-Jabbaar, profesora de estudios pan-africanos en la Universidad del Sur de California, sostuvo que el palmarés es el resultado de una resistencia antitrump de los miembros de la Academia frente al discurso antinmigrantes del mandatario y su blanda condena a los supremacistas blancos.

No hubo latinos postulados, a pesar de que representan la primera minoría y la más vulnerable a las políticas migratorias.

Es alentador, pero no es el final de problema. Cuando ves las estadísticas, los números no son buenos y para las mujeres las estadísticas son horribles, aseguró Josh Welsh, presidente de Film Independent, que entrega los premios Spirit al cine independiente.

Apenas entre 4 y 10 por ciento de las películas son filmadas por mujeres, que además tienen menos acceso a papeles y son peor pagadas.

Por eso es un triunfo la victoria de Reed Morano el domingo. Es la primera directora en 22 años en recibir un Emmy, que ganó por The Handmaid’s Tale.

Otro triunfo fueron las cinco estatuillas conquistadas por Big Little Lies, la miniserie producida por las estrellas Reese Witherspoon y Nicole Kidman, frustradas por la falta de bellos roles feministas en Hollywood.

En los pasados tres años, la campaña en las redes sociales #OscarsSoWhite (Óscares demasiado blancos) contribuyó a diversificar las candidaturas, después de que en 2015 y 2016 sólo hubo postulados blancos.

Este año, el Óscar a mejor película fue para Moonlight, escrita, dirigida e interpretada por negros. Algo inédito.

Pero más allá de los premios, es en los castings y reuniones en estudios donde se toman las decisiones que al final diversificarán más o no el mercado.

Riz Ahmed aplaudió el domingo la reciente decisión de Ed Skrein, actor británico blanco, de renunciar al papel en un remake de Hellboy porque es un personaje creado para un asiático.