En la ayuda a los damnificados del sismo en Oaxaca y Chiapas no habrá intermediarismos ni discriminación. El gobierno federal se hará cargo de todo, porque tampoco se va a permitir el lucro con la tragedia, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto. Adelantó que la cifra de personas que perdieron sus viviendas asciende a 300 mil, y son las que recibirán el apoyo para la reconstrucción.

Recordó que en un principio se habló de 2 millones de afectados, pero ahora, ya con los datos del censo levantado durante la semana pasada, se tiene información más puntual y se irá actualizando.

Ayer, el titular del Ejecutivo visitó el centro de acopio del DIF que se encuentra en el Campo Marte, donde por algunos minutos observó y ayudó en la organización de despensas, junto a su esposa, Angélica Rivera. Subrayó que las donaciones se entregan directamente a quienes las necesitan y lo mismo ocurrirá en la siguiente etapa para la recuperación de las casas.

Informó que ayer se reuniría con los secretarios de Estado, a quienes encargó la coordinación de las labores de ayuda en las entidades afectadas, con la finalidad de que en esta semana se definan los mecanismos de apoyo.

Peña Nieto fue insistente en la decisión de evitar los intermediarios. Comentó incluso sobre las noticias que circularon en días pasados sobre conductas irregulares de autoridades locales que supuestamente pretendieron darle un tinte político a los apoyos para los damnificados.

De hecho dijo que su visita al centro de acopio tuvo la intención de mostrar a la sociedad la participación y el trabajo de los voluntarios, de alrededor de 24 mil servidores públicos que en distintos lugares han colaborado en la ayuda a los damnificados. Reiteró su reconocimiento a soldados, pilotos y elementos de la Marina que se la han rifado, se la han jugado y se han expuesto. Hemos llevado ayuda a lugares tan apartados a los que sólo se puede arribar por vía aérea.

De igual forma, reiteró el llamado a la sociedad para que acudan a los centros de acopio, como ya lo han hecho miles para aportar lo que esté a su alcance. Indicó que en esta semana regresará a Oaxaca y Chiapas para tener la seguridad de que los apoyos vayan fluyendo sin distingo de religiones o partidos políticos. Nos importa llegar y apoyar a las familias damnificadas, subrayó.

Luego el mandatario se dirigió al área donde ya había cajas con alimentos, escribió mensajes en algunas de ellas y dio el banderazo de salida a un tráiler y cuatro camiones tipo torton cargados con despensas. Antes saludó a Francisca, una joven de 18 años que él y su esposa conocieron en Santa María Xadani la semana pasada.

La chica, madre de un niño de dos años, vivía en la casa de la familia de su esposo, la cual se cayó con el sismo. Aunque no tiene nada, el día que Peña Nieto estuvo en el pueblo, Francisca le regaló una medallita a Angélica Rivera. Ayer, la señora la invitó a Los Pinos a comer y para devolverle la prenda.