Un frente sin proyecto
Sólo polvareda mediática
Dos ámbitos, dos situaciones
icho está: la alianza de las debilidades, que no busca atraer más votos, sino juntar sus posibilidades económicas para engañar la elección y lanzarse a la compra de sufragios sin mayor recato, no tiene proyecto ni programa.
Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y PRD han levantado la gran polvareda mediática con la idea de confundir al ciudadano con un supuesto nuevo producto político, que no es más que la mezcolanza contra natura de esas organizaciones.
Y mientras en la Ciudad de México Nueva Alianza, que tiene bien claro que con el PRI no sacará nada, no deja de mandar señales de que ellos también pueden servir en el frente, en la trinchera verde las cosas van por el mismo camino, pero todo dependerá de lo que pase en el ámbito nacional.
Esto, porque como dejó en claro el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Leonel Luna, los partidos se hallan ahora en la etapa que plantea la posibilidad de firmar un convenio de intención que eventualmente se convertiría en una alianza formal que diera como resultado un gobierno de coalición en la ciudad.
Lo malo de esto es que si bien el acuerdo puede surgir entre partidos, la gente que está convencida, y de eso da fe el propio jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, votará por la izquierda, así que al PRD le podría pesar mucho llevar a cuestas las banderas de quienes no tienen esperanza de gobernar esta ciudad.
Pero resulta que, como ya habíamos advertido en este espacio, y como van las cosas, es muy probable que la tal alianza se dé en terrenos de la ciudad donde sólo el sol azteca puede tener opciones ganadoras, que todos aceptarían. Lo que no sucederá en el país, donde cuando menos Ricardo Anaya piensa decirle adiós a Miguel Ángel Mancera, que por su lado tiene la seguridad de que con o sin alianza él será candidato.
Así que, mientras la alianza federal cuenta con grandes posibilidades de abortar, en la CDMX las cosas son diferentes, y Alejandra Barrales, que sería la abanderada de tal cosa, vela armas para que, en el momento indispensable, salte a la palestra decidida a dar la batalla en contra de quien sea.
Así que más vale a los aliancistas tener en consideración que cuando el pacto II reviente a escala nacional, cuiden lo que pase en la Ciudad de México, porque para ellos sería una tabla de salvación. Aquí no hay competencia entre los diferentes partidos; la competencia será entre PRD y Morena.
Por todo ello, en los cuarteles amarillos deberían pensar, en serio, qué tanto les conviene cargar con el enemigo en un combate que requerirá de mucha agilidad, y tal vez sea mejor tirar el lastre de una vez, que arrepentirse más tarde de construir proyectos que no avancen.
Así las cosas, ya veremos qué tanto avanzan las alianzas y qué condiciones imponen a la elección. De lo que sí estamos seguros es que allí no habrá nada nuevo.
De pasadita
El escenario está listo.
La casa de campaña ya tiene calle y número; los apoyos partidistas no se escatiman; Héctor Serrano empezará a despachar en la colonia Del Valle, desde donde dirigirá el rumbo de la carrera política de Miguel Ángel Mancera a la Presidencia de la República.
Las decisiones también están tomadas. Miguel Ángel Mancera, quien pedirá licencia para ausentarse del cargo que detenta al concluir con sus compromisos como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, sostiene que con Andrés Manuel López Obrador no habrá reconciliación.
Y dentro de las seguridades que comenta está la certeza de que la Ciudad de México seguirá votando por la izquierda, y con eso basta.