Programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) cumplieron parcialmente sus metas en 2017: no acreditaron la calidad de los servicios otorgados ni si cubren a la población objetivo, reveló la fiscalización de la cuenta pública 2016 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En el caso del Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (Inapam), que tiene a su cargo el rubro de servicios a grupos con necesidades especiales, con 324 millones de pesos para promover la prestación de servicios y atención a esa población, se encontró que atendió a 230 mil ancianos de 12.9 millones que hay en el país, pero no acreditó que la asistencia en las instituciones, albergues o centros de atención se haya realizado conforme a las metas.

El informe agrega que el Inapam realizó nueve visitas de 310 comprometidas a los centros de atención, y evaluó de manera parcial los procedimientos de supervisión, sin verificar la capacitación del personal, el modelo de atención y la calidad de vida de los adultos. La ASF estimó que el Inapam cumplió marginalmente con su mandato.

Pagos no comprobados

Sobre el programa de Fomento a la Economía Social, con presupuesto en 2016 de 2 mil 175 millones de pesos, se encontró que se realizaron pagos en exceso por 20 millones de pesos, autorizados en cuatro convocatorias para 34 proyectos, aunque no se contó con documentación que acreditara por qué se entregaron los apoyos.

Detalla que en cuatro proyectos no se realizaron evaluaciones técnicas, en cinco más hubo falta de documentación que los justificara, y en 12 proyectos de 1.4 millones de pesos los bienes adquiridos no se presentaron. El dictamen indica que el Instituto Nacional de la Economía Social cumplió con la normativa, excepto en los rubros mencionados.

El programa Seguro de Vida de Jefas de Familia partió de que en 2012 había 8 millones de hogares con jefatura femenina, uno de cada cuatro del país. Ante ello dio paso a la entrega de seguros de vida y hasta 2016 el programa contó con mil 80 millones de pesos, estaban afiliadas 6.4 millones de mujeres, de las cuales murieron 21 mil 722, por lo que otorgó subsidios a 40 mil niños.

La ASF reportó que el programa careció de mecanismos para asegurar que las mujeres pre registradas se encontraban en condición de pobreza, de vulnerabilidad por carencias sociales o de vulnerabilidad por ingresos y tampoco contó con información del número potencial de beneficiarios.