México ha perdido casi 650 mil empleos en las pasadas dos décadas debido a su relación comercial con China.

El informe Efectos de China en la cantidad y calidad del empleo en América Latina y el Caribe, dado a conocer ayer por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que en nuestro país se ha dado una alta destrucción de fuentes de trabajo a escala interna a consecuencia de las crecientes importaciones de productos de la nación asiática.

En contraparte, Brasil ha resultado ganador en su relación con ese país, porque inversionistas y empresas chinas han creado en el territorio de la nación suda-mericana cerca de 1.6 millones de empleos.

En conferencia de prensa, el director de la oficina para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar, hizo ver que de acuerdo con la investigación de la OIT, en dicho periodo las inversiones del país asiático en la región generó cerca de mil 800 empleos en áreas como comercio, infraestructura, tecnología, automotriz y otros.

Sin embargo, casi 99 por ciento de estas fuentes de trabajo han sido para otras naciones, ya que en México las empresas chinas han abierto menos de 18 mil 500 oportunidades de empleo.

En cambio, en Brasil han creado 1.6 millones de plazas: de éstas 1.4 millones han sido en el sector comercio y más de 61 mil en el área de la infraestructura.

Durante la presentación también habló Enrique Dussel, quien es uno de los autores del informe, y resaltó que en México ha sido masiva la pérdida de trabajos debido a las importaciones de productos como maquinaria eléctrica, computadoras, monitores y diversos componentes electrónicos.

Planteó que el intercambio con esa nación no ha dejado buenos resultados para México, que debería replantear su relación comercial con el fin de aprovechar los nichos de ese mercado asiático, y poder elevar sus exportaciones, ya que China es ya el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe.