A pesar de la resistencia del magisterio disidente, el presidente Enrique Peña Nieto ‘‘estuvo hoy en Oaxaca’’, afirmó ante empresarios el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, horas después de que cientos de docentes inconformes protestaron por la presencia del mandatario federal.

Dijo que en 2018, el gobierno federal entregará un sistema educativo ‘‘radicalmente diferente’’ al que recibió, luego de recuperar la gobernabilidad del sector al ‘‘superarse las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero’’.

Ante representantes de la Confederación de Cámaras Industriales de todo el país, Nuño recordó que tras la aprobación de la reforma educativa, en 2012, ‘‘había una oposición muy clara del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –entonces encabezado por Elba Esther Gordillo–, y eso ¿en qué terminó y dónde está la maestra?’’

Con posterioridad, agregó, vino la oposición de la CNTE cuando se aprobaron las leyes secundarias de la reforma. El Congreso, señaló, no pudo sesionar en sus recintos. ‘‘La CNTE trajo a cerca de 60 mil maestros. En ese entonces tenían esa capacidad económica. Durante un mes acamparon en el Zócalo, pero el 13 de septiembre de 2013 entró la fuerza pública y los sacó. Esa era la CNTE y de ese tamaño era el reto’’.

También señaló que al inicio del ciclo escolar 2016-2017 hubo paros en Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. ‘‘Teníamos un serio problema de gobernabilidad’’, reconoció.

En Michoacán, afirmó, estaba ocupado el puerto de Lázaro Cárdenas, lo que ‘‘ya estaba generando un problema, porque de ahí sale mucha mercancía para la industria de exportación. En Guerrero teníamos bloqueada la Autopista del Sol; en Oaxaca había más de 80 bloqueos carreteros, algo similar ocurría en Chiapas, pero un año después la situación se normalizó’’.