Para el PAN es difuso y vago el ofrecimiento del PRI de alentar la aprobación de la iniciativa presidencial que elimina el ‘‘pase automático’’ del actual procurador general a fiscal de la nación, por lo que pidió un compromiso claro y garantías de que ello va a ocurrir.

Ricardo Anaya, dirigente del blanquiazul, dijo que se requieren garantías ciertas no para un partido, sino para todo México, de que habrá un fiscal sin vínculos partidistas, autónomo, independiente, con capacidad técnica y con solvencia moral.

Exigencia legítima

En medio de la parálisis legislativa que vive la Cámara de Diputados, porque Acción Nacional se ha negado a instalar la nueva mesa directiva que presidirá el tricolor, expuso que la solución a ello es muy simple: que el gobierno comprenda que esta exigencia es correcta y legítima.

La pelota está en su cancha. Depende del PRI solucionar la situación en el Congreso. Es ese partido el que se resiste y quiere imponer un fiscal a modo que le cuide las espaldas durante los próximos nueve años, agregó Anaya en la comida de los 300 líderes más influyentes del país.

Damián Zepeda, secretario general del partido blanquiazul, destacó por su lado que el ofrecimiento de los priístas está lleno de vaguedades. En lugar de entrar en razón y escuchar a la sociedad, responde otra vez con golpeteos al PAN.

En relación con la conferencia de prensa que dieron el dirigente y los líderes parlamentarios priístas el pasado martes por la noche sobre el tema del fiscal y la parálisis en San Lázaro, consideró que ‘‘su mensaje fue difuso, pues mientras uno atacaba, otro exhortaba y el otro decía ‘déjame ver’’’.

Ese no es un compromiso claro. La soberbia no les hace tomar la decisión que requiere el país, puntualizó. Parecen atrapados y no saben cómo salir del problema, resaltó Zepeda.

A su vez, Margarita Zavala, aspirante a la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional, consideró una medida efectiva la adoptada por su partido en la Cámara de Diputados, pues es importante tener un fiscal que garantice autonomía e independencia.

Por lo que hace a su partido, aceptó en la misma comida de los líderes que el reto es la unidad y estimó necesario que dialoguen los liderazgos y dirigentes para que ‘‘esto que de repente se quebró no sea irremediable’’.