Debido a las enfermedades generadas por la obesidad y el sobrepeso, la actual generación de niñas y niños mexicanos están en riesgo de morir antes que sus padres, por lo cual es urgente poner en marcha campañas basadas en información con el fin de que la gente cambie sus hábitos, más que mediante prohibiciones o amenazas, señaló la organización civil Quiero Saber Salud.

La nutrióloga Mónica Hurtado subrayó en conferencia de prensa que el principal obstáculo que ha impedido luchar contra el sobrepeso es la reproducción de creencias y costumbres que las personas adquieren en su casa, desde que son menores de edad y que les impiden tomar conciencia de la necesidad de controlar su peso.

Un foco importante son los niños, porque desafortunadamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha declarado que, de seguir con estas cifras tan alarmantes de sobrepeso y obesidad en niños y niñas, esta podría ser la primera generación que muera antes que sus padres, advirtió la especialista.

Otros informes, como el Obessity Update 2017, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), indican que si no se modifica el actual ritmo de crecimiento de ambas dolencias para 2030 habrá un alza de 7 por ciento en los índices de obesidad en el país.

Para evitar este escenario, lo que proponemos es armar una comunidad bien informada, con buenos hábitos y que la gente no se sienta señalada por tener sobrepeso y obesidad, sino acompañada. La idea es itinerar en hospitales y escuelas, con médicos, enfermeras y trabajadores sociales.

Asimismo, Quiero Saber Salud propondrá crear programas educativos desde nivel prescolar para que los niños sepan quéalimentos deben comer, en qué cantidad, cuándo se vale ingerir golosinas o no o qué actividad física tienen que realizar.

Por su parte, el doctor Rafael Álvarez Cordero, integrante de la organización, subrayó que para que sean exitosas las campañas informativas sobre la obesidad y el sobrepeso no debe estar basadas en prohibiciones ni castigos, sino en la divulgación de datos básicos con el fin de que la gente decida por su voluntad modificar sus hábitos alimenticios y de actividad física.

Estamos en primero o segundo lugar mundial (en obesidad infantil), pero lo malo es que se dice tanto que parece que ya lo aceptamos. Una de las consecuencias es que el presupuesto de salud estará superado por la atención de enfermedades relacionadas a la obesidad, como diabetes y dolencias del corazón, las cuales producen graves afectaciones en la productividad y la calidad de vida de miles de familias.