Hay más de 30 mil personas en albergues, dice el New York Times
La frontera entre Texas y Luisiana se lleva la peor parte de la tormenta
Jueves 31 de agosto de 2017, p. 25
Beaumont, Texas.
La tormenta Harvey continuaba este miércoles su tránsito por la costa estadunidense del Golfo de México tras inundar vastas zonas de Texas, y amenazaba con sembrar el caos en el estado de Luisiana, tras tocar tierra otra vez y donde sigue vivo el recuerdo del mortífero huracán Katrina de 2005.
El presidente Donald Trump tuiteó que vio de primera mano el horror y la devastación
en Texas, pese a que este martes sólo recorrió algunas zonas de Corpus Christi en limusina.
Harvey, que desde el pasado viernes golpeó el estado de Texas y provocó inundaciones sin precedente sobre todo en Houston, ha causado la muerte de 33 personas. El conteo del diario The New York Times, sin embargo, es hasta de 38 personas, incluido un oficial de policía y una mujer arrastrada por la corriente mientras su pequeña hija sobrevivió porque logró asirse del cuerpo de su madre. El balance de muertos puede aumentar cuando las aguas bajen y permitan acceso a zonas inundadas.
Según el Times, 32 mil personas se encontraban en refugios que aún tienen la capacidad de albergar a 30 mil más.
La frontera entre Texas y Luisiana se llevó la peor parte del segundo golpe de Harvey. El meteoro generó nuevamente inundaciones como las que dejó en Houston, suburbios y poblaciones costeras aledañas tras su primera embestida la semana pasada como huracán categoría 4. En algunas partes de la zona metropolitana de Houston, donde hay 6 millones de habitantes, dejó hasta 127 centímetros de lluvia y causó la muerte de al menos 23 personas.
La policía de Beaumont, ciudad cercana a la frontera con Luisiana, reclutaba a todos los que tuvieran botes para ayudar a revisar los vecindarios en busca de personas atrapadas. La policía señaló que en lugar de llamar al número de emergencias 911, muchas personas pedían auxilio en redes sociales, creando mayor confusión. Agencias de otros estados acudieron a la zona este de Texas para ofrecer asistencia.
Una planta química de la compañía Arkema, en Crosby, suburbio de Houston, amenaza con estallar o incendiarse debido a que las instalaciones están inundadas.
La tormenta tocó tierra este miércoles antes del amanecer, justo al oeste de Cameron, Luisiana, con vientos máximos sostenidos de 72 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes. Harvey había permanecido durante días sobre Texas antes de reingresar al Golfo de México.
Trump tuiteó el miércoles que vio de primera mano el horror y la devastación
tras el paso de la tormenta Harvey en Texas, a pesar de que en realidad vio escasos daños a su paso en limusina por Corpus Christi.
¡Mis sentimientos están con el gran pueblo de Texas!
, escribió el mandatario en Twitter.
En realidad, desde su vehículo vio muy pocos daños: algunos ventanales cubiertos con tablas de madera, algunos árboles derribados y una que otra cerca doblada. Fue en limusina del aeropuerto a una estación de bomberos, refirió Ap.
El presidente, dijeron, no fue al epicentro de la tormenta a fin de no perturbar las labores de rescate. También estuvo en Austin, donde se reunió con funcionarios en el centro de manejo de emergencias del estado.
El gobernador texano, Greg Abbott, republicano, dijo que Trump mostró una auténtica compasión
en el breve vuelo a Austin cuando vio imágenes de video de las inundaciones en Houston. El presidente está sumamente acongojado por lo que vio
, agregó. Pero Ari Fleischer, quien fue secretario de prensa de George W. Bush, dijo que a Trump le faltó empatía hacia quienes están sufriendo
.
El presidente prometió que su gobierno hará todo lo que esté a su alcance para impulsar la recuperación de la región. Les ayudaremos a retomar sus vidas inmediatamente
, dijo Trump a la multitud frente a la estación de bomberos en Corpus Christi, a unos 48 kilómetros de donde la tormenta hizo impacto el viernes. No mencionó a los muertos ni a los damnificados por la tormenta. Lucía eufórico por la atención que le prestaban simpatizantes frente a la estación de bomberos.
¡Qué multitud! ¡Qué gran concurrencia!
, gritó el presidente al ver a quienes lo aplaudían.