Fue pareja idílica de Alain Delon 15 años
Martes 29 de agosto de 2017, p. 8
París.
La actriz Mireille Darc, emblema del cine francés de los años 60 y 70, falleció en la madrugada del lunes en París a los 79 años, acompañada por su ex pareja y leyenda de la gran pantalla Alain Delon.
Estuvo rodeada hasta el final de sus allegados, entre ellos su esposo (el arquitecto Pascal Desprez)
, indicó su agente.
La actriz formó junto a Delon una pareja idílica durante unos 15 años, tras su primer encuentro en el rodaje de Jeff (1968). Los dos actores habían incluso vuelto a trabajar juntos en el teatro en 2007, en la obra Sur la route de Madison.
Darc, apodada El gran saltamontes, nombre que le vino del título de una película que protagonizó en 1966, rodó medio centenar de largometrajes, unos 15 de ellos con el cineasta Georges Lautner, que la catapultó a la fama.
De silueta esbelta y melena rubio platino, encandiló al público en los años 60 con sus aires de seductora estilo garçonne.
Nacida el 15 de mayo de 1938, Mireille Aigroz –quien eligió su seudónimo en referencia a Juana de Arco (Jeanne d’Arc)– desembarcó en 1959 en París procedente de su ciudad natal, Toulon, con una gran ambición, aceptando todas las propuestas de teatro y televisión, a la vez que se ganaba la vida como niñera y modelo.
En 1972, la comedia El gran rubio con un zapato negro, de Yves Robert, la inmortalizó con un seductor vestido negro abierto por la espalda, que consagró su imagen de símbolo sexual.
Poco después cambió de registro, con los thrillers Los senos de hielo y Muerte de un corrupto, de Lautner, y el drama L’homme pressé, de Edouard Molinaro, rodadas junto a Delon. Su mediático idilio duró hasta principios de los años 80, periodo en el que sufrió grandes problemas de salud debido a un soplo en el corazón que la alejaron de la gran pantalla.
En los años 90 participó en televisión. También dirigió varios documentales sobre temas sociales, como trasplante de órganos, cáncer y prostitución.
Lloro por la muerte de Mireille, Mimi, mi hermana pequeña del cine que conservó su alma de niña, jugando a ser una señora, escondiendo su fragilidad y su pudor
, afirmó Brigitte Bardot.
Alta/Delgada/Bonita/ConFlequillo rubio/La mirada risueña, encarnó la libertad de la mujer en todo su esplendor. El chic francés
, escribió Gilles Jacob, ex presidente del festival de Cannes.