Madrid.

La mayoría de los miembros de la célula yihadista que perpetraron el doble atentado en Cataluña eran jóvenes de entre 17 y 25 años, muchos de ellos con trabajo y familias plenamente integradas en los pueblos a los que habían emigrado desde su natal Marruecos. Seis de los 10 involucrados en la matanza vivían en Ripoll, un pequeño pueblo de la provincia de Girona, que ha visto alterada su vida cotidiana y que intenta asimilar cómo es posible de esos jóvenes que crecieron en sus calles sean los responsables de uno de los peores atentados en la historia de Cataluña.

Mohamed Aalla es el único de los cuatro detenidos que después de comparecer ante el juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional, fue puesto en libertad provisional. Su detención se debió a que estaba a su nombre el Audi A3 con el que atentaron en Cambrils, con saldo de un muerto y seis heridos. Mohamed también es hermano de Said y Youssef, ambos integrantes de la célula yihadista que murieron en un enfrentamiento con la policía en Cambrils. Pero al parecer Mohamed no tenía ninguna relación con la célula y al ser puesto en libertad, ya de noche y sin dinero en Madrid, decidió tomar un taxi hasta Ripoll –más de 650 kilómetros– gracias a que el conductor accedió a que le pagaran el viaje una vez que hubiera llegado a su destino, donde le esperaba su familia.

Las familias de los autores de la matanza viven un calvario. Se avergüenzan de salir a la calle, si tienen que hacerlo prefieren que sea de noche y en muchas ocasiones reciben reproches e insultos que se han agudizado en días recientes contra la comunidad musulmana. Ibrahim Aalla, padre de Mohamed, Said y Youssef, ha sido visto apartado de la gente, llorando su pena en una plaza pública y rodeado de amigos y familiares. Él es un trabajador que decidió emigrar para dar un mejor futuro a su familia, pero ahora se ha convertido en el padre de dos de los autores de un atentado y de uno más que sigue bajo sospecha.

Ibrahim reconoció que dos de sus hijos habían muerto en Cambrils y eran los autores del atentado, pero insistió en que su hijo Mohamed es inocente, cuando ocurrieron los atentados él estaba con mi hijo pequeño y su esposa en la playa de Roses.

En el contexto de la creciente islamofobia, se reportó en Tudela, Navarra, un ataque contra tres menores marroquíes –el más joven de 13 de años–, que fueron golpeados hasta provocarles heridas de gravedad. Además de ser insultados por ser árabes y musulmanes. La Guardia Civil informó que dos hombres, de 18 y 55 años, están detenidos como responsables del ataque.