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Instalarán obstáculos fijos y móviles en puntos estratégicos de reunión, incluida La Rambla

Intensifican medidas en prevención de más ataques terroristas en Barcelona

Alcalde de Alcorcón acusa a su homóloga Ada Colau de allanar el recorrido a los asesinos

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No tenemos miedo, mensaje de niños catalanes en el lugar de la matanza perpetrada la semana pasada en Barcelona por una célula yihadista del Estado IslámicoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 24 de agosto de 2017, p. 27

Madrid.

Los atentados de Cataluña, que provocaron 15 muertos y 130 heridos, han forzado a los responsables de seguridad de Barcelona y del Estado español a cambiar el protocolo para intensificar las medidas preventivas ante este tipo de ataques. Entre otras medidas se instalarán bolardos o maceteros de gran tamaño en las calles como La Rambla, que suelen concentrar a gran número de personas de forma habitual y forman parte del atractivo turístico de la ciudad.

Una primera e inmediata consecuencia en la vida cotidiana de la capital catalana es que a partir de ahora habrá más obstáculos fijos y móviles en los principales lugares, calles y plazas de concentración de gente, que ya denominan puntos sensibles. También habrá más agentes policiales en las calles y en los principales destinos turísticos de Cataluña.

Estas medidas también se adoptaron en medio de una serie de críticas por el cruce de reproches al gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, presidido por la independiente Ada Colau, quien fue acusada de haber soslayado una recomendación del Ministerio del Interior en la que le sugerían instalar bolardos en La Rambla ante el riesgo de un atentado yihadista similar a los ocurridos en ciudades como Berlín, París, Niza y Londres. Sin embargo, la alcaldesa hizo pública la recomendación y las medidas adoptadas, que fueron precisamente las que le sugirieron los expertos en seguridad y que se resumían en instalar obstáculos móviles en las fiestas de Navidad y otras fechas simbólicas.

Entre los críticos que más han indignado al equipo de gobierno de Barcelona y a la propia ciudadanía que se repone de los atentados destacan dos, ambos desde Madrid: el alcalde de Alcorcón, David Pérez, del derechista Partido Popular (PP), que acusó a Colau de allanar el recorrido a los asesinos por no instalar obstáculos fijos en la Rambla y de reírse durante la tragedia por una fotografía en la que aparece con una sonrisa durante un homenaje a las víctimas. Y ante la ola de críticas, incluso desde su propia formación política, insistió: Más allá de la campaña política que han hecho sobre mi tuit y contra mi persona, el tuit en sí no dice más que tres verdades: que esa señora aparece riéndose, y a mí me extrañó; que no se pusieron bolardos, cosa que es cierta, y tercero, que al no haber bolardos la furgoneta pudo transitar.

El segundo personaje que ha indignado por sus críticas fue el cura católico Santiago Martín, quien llamó a sus feligreses a que denuncien ante la justicia a la alcaldesa de Barcelona por cooperación en los atentados, de nuevo por no instalar los citados bolardos. Martín es un cura que aparece regularmente en los medios de comunicación, durante varios años tuvo una sección en el diario conservador ABC y es habitual en programas de la Radio Televisión Española. El sacerdote tildó a Colau y a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de comunistas radicales.

Novedades en la investigación

Trascendió que en la casa de Alcanar, base de operaciones de la célula yihadista y donde ocurrió una explosión, se encontraron más pruebas, entre ellas una carta escrita por el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, dirigida al Estado Islámico (EI) que se iba difundir después de que se hubiera inmolado con un cinturón de explosivos, que también se encontró en el lugar.

Además de la declaración de Mohamed Houli ante la policía catalana y el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, el principal foco de más pruebas es la casa de Alcanar, donde se sigue encontrando material para construir bombas de alta potencia. Houli declaró ante Los Mossos d’Esquadra que el objetivo principal era destruir la Sagrada Familia, catedral que dejó inconclusa el arquitecto catalán Antoni Gaudí y que es el símbolo de la ciudad.

También se encontró documentación personal del imán de Ripoll, así como dos boletos de avión a su nombre con destino a Bruselas y un cinturón con explosivos, auténtico, que iba a utilizar durante el atentado, en el que se inmolaría. El estallido de la bomba que preparaba y el hecho de que el explosivo estuviera todavía húmedo para su utilización frustró sus planes.

El EI celebró en un video divulgado en Internet la matanza en Cataluña y amenazó en castellano con más atentados en España. Dejad esta guerra. Salid de la unión de cristianos (en referencia a la participación española en la coalición internacional contra el EI que lidera Estados Unidos). Si no, nunca os dejaremos tranquilos, asegura en el video el yihadista, identificado como Abu Salman al Andalusi (el Andaluz).

Por último, un español fue detenido por la policía holandesa por conducir una furgoneta que contenía tanques de gas, cerca de un lugar en Róterdam en el que horas antes se canceló un concierto de rock por la amenaza de un ataque.

La policía de España alertó a las autoridades holandesas de un posible riesgo en el lugar, conocido como Maassilo, donde iba a presentarse la banda estadunidense Allah-Las, pero una fuente judicial en ese país dijo a Reuters que el episodio no estaba conectado con los ataques de la semana pasada en Cataluña.