Desde el siglo IV, Hipócrates, padre de la medicina, describió que las emociones tienen un efecto en el cuerpo y la mente. En la actualidad eso se manifiesta de diversas maneras. Una es el síndrome de intestino irritable (SII), que en las grandes ciudades afecta hasta 35 por ciento de las personas, debido a que viven con estrés, ansiedad y depresión.

Jordi Espadaler, doctor en biología molecular, explicó que el SII, antes conocido como colitis nerviosa, es un trastorno del eje cerebro-intestino-flora intestinal, muy frecuente, que se manifiesta con dolor e hinchazón abdominal, flatulencia y alteraciones en la digestión que provocan episodios de diarrea o estreñimiento.

Si bien el SII no es causa de muerte, los síntomas deterioran la calidad de vida de los individuos, indicó el especialista.

Algunas investigaciones referidas por Víctor Medina, director médico del laboratorio Mayoli Spindler, señalan que el padecimiento es común entre profesionistas, principalmente mujeres –tres por cada hombre– de entre 20 y 48 años de edad.

No hay una causa única que provoque el desarrollo del SII, pero en el caso de la población femenina influye el cúmulo de responsabilidades que les toca atender: los hijos, su formación académica y el desempeño profesional, además de los factores hormonales.

Comentó que la etapa de la menopausia suele ser crítica, justamente por el descenso de la actividad hormonal y las situaciones familiares y sociales que enfrentan en esa etapa de la vida y que desencadenan los malestares del SII.

Se suman los factores ambientales, como pueden ser la cantidad de horas que requieren los habitantes de grandes ciudades, como la de México, para trasladarse de su hogar a la escuela o al trabajo. Eso es causa de estrés.

Alejandro Martín, director de la firma de origen francés, Mayoli Spindler, con presencia en México desde 2004, comentó que la prevalencia del SII también se observa en el crecimiento del mercado de productos farmacéuticos elaborados para su control.

En ese sector hay 18 tipos de medicamentos y suplementos alimenticios que alivian los síntomas y ayudan a fortalecer la microbiota (flora intestinal), respectivamente. Las ventas aumentan 10 por ciento cada año. Por unidades, crece seis por ciento, lo cual contrasta con el conjunto del mercado farmacéutico que por volumen se mantiene estable y medido por unidades vendidas registra una disminución de 2.3 por ciento, indicó el empresario.

Resaltó que los productos más antiguos para el tratamiento del SII han estado más de 20 años en el mercado, pero en la década más reciente han surgido una gama de sustancias, incluidos los probióticos que han contribuido a mejorar la calidad de vida de los pacientes.