Río de Janeiro.

El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011) comenzó este jueves un viaje en autobús por 25 ciudades de la región noreste del país, la más pobre, y bastión del Partido de los Trabajadores (PT).

“Una de mis mayores alegrías es haber gobernado con los ojos dirigidos al pueblo (…) ahora estoy haciendo un gran viaje para ver las cosas de cerca y escuchar a las personas, y para decir que el PT estará siempre a su lado”, dijo el líder izquierdista en un video divulgado este jueves en sus redes sociales, en el cual asegura que la vida cambió, en referencia al impacto que sus años de gobierno tuvieron en la región.

El ex mandatario cita algunas de las principales conquistas, como la construcción de refinerías y gaseoductos, universidades y escuelas técnicas, así como el trasvase del río San Francisco, que posibilitó que el agua llegase a regiones extremadamente secas.

El viaje comienza este jueves en Salvador, capital del estado de Bahía, y después de recorrer nueve entidades, lo que significa más de 4 mil kilómetros. Finalizará el 5 de septiembre en Sao Luis do Maranhao.

En entrevistas recientes Lula explicó que la idea del viaje es volver a las caravanas que organizó en la década de los 90 (antes de ser presidente) para ser testigo de la situación en la que está el país en comparación con el Brasil que dejó cuando salió del gobierno.

Está previsto que se reúna con políticos, empresarios, sindicalistas y dirigentes de movimientos sociales, como una especie de antesala de la campaña electoral de 2018, en la que pretende ser candidato del PT y principal opción de la izquierda para volver al poder.

Lula también dedicará el viaje a rebatir públicamente la sentencia del juez Sergio Moro –quien está al frente de la operación Lavado Rápido, una indagatoria sobre corrupción y lavado de dinero en la estatal Petrobras–, que lo condenó a nueve años y medio de cárcel por un delito de corrupción pasiva, sentencia que, de ser ratificada por un juzgado en segunda instancia, podría impedirle presentarse a las elecciones presidenciales.