Viernes 18 de agosto de 2017, p. 24
Riad. Arabia Saudita decidió reabrir su frontera con Qatar para permitir que los fieles qataríes realicen la peregrinación a La Meca, medida celebrada este jueves por Doha que, sin embargo, no pone fin a la crisis en el Pérsico. Desde el 5 de junio pasado Qatar quedó aislado y bajo un duro embargo impuesto por sus vecinos del golfo: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, además de Egipto, que lo acusan de apoyar el terrorismo
y de ser demasiado cercano a Irán. Todas las fronteras terrestres y marítimas con el pequeño emirato fueron cerradas y se impusieron severas restricciones aéreas. Es poco probable que la nueva decisión de Arabia Saudita desactive esta inédita crisis en el Pérsico, pero aparece como un intento de despolitizar la peregrinación a los lugares santos musulmanes de La Meca y Medina en el oeste saudita, según los expertos.