En lo que va del año, al menos en tres competencias internacionales de matemáticas, niños y adolescentes han mostrado excelentes resultados. No obstante, esto se contradice con el nivel de desempeño que tienen los estudiantes en la materia y que ubica al país en los últimos lugares entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de acuerdo con el Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).

José Ignacio Barradas Bribiesca, del Centro de Investigación en Matemáticas, integrado al Sistema de Centros Públicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo que el problema radica en la enseñanza, pues esta materia en muchas ocasiones se presenta aburrida y frustrante para los alumnos, por lo que muchos terminan odiándolas.

En junio pasado, en la 19 Olimpiada Matemática Centroamericana y del Caribe, el equipo mexicano consiguió medallas de oro y plata, y ocupó el primer lugar en el cuadro de preseas. En abril, en Zurich, Suiza, en la European Girl’s Mathemátical Olympiad, la delegación mexicana logró medallas de plata y bronce. Y en julio, estudiantes de primaria y secundaria que participaron en la Competencia Internacional de Matemáticas (IMC, por sus siglas en inglés), realizada en la India, se colocaron como los segundos mejores del mundo.

Lo que nos dice el que ganemos concursos internacionales, mencionó, es que tenemos muchísimo talento, gente muy brillante. Sí sabemos cómo subir el nivel, cómo darle un enfoque a las matemáticas para que los niños no las odien y eso es el punto central, agregó.

A los niños y jóvenes que buscan participar en certámenes, las matemáticas se les presentan al nivel de su conocimiento, a través de problemas atractivos y conforme avanzan sube el grado de dificultad, pero también planteándoles un propósito, ¿qué aprender? y ¿para qué?

Sostuvo que a quienes participan en este tipo de certámenes matemáticos lo que les caracteriza no es simplemente la inteligencia, sino su trabajo y entrenamiento. Todo mundo es bueno para las matemáticas, refirió, y agregó que hay que mostrarlas como son: fascinantes, asombrosas, divertidas, y solícitos lo vamos a querer aprender.