Padres de familia denunciaron que la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) no cuenta con mecanismos expeditos de revisión del examen de ingreso al bachillerato que den certeza sobre la calificación obtenida por los aspirantes, sobre todo en los casos en que se cuenta con una destacada trayectoria académica y una sólida formación, pero se obtienen puntajes muy bajos.

Luego de acudir a los módulos instalados por la comisión para buscar orientación, y ante resultados que en promedio alcanzaron 33 aciertos, destacaron que la respuesta que nos dan es que presentemos una carta para solicitar la revisión de examen y que en mes y medio o dos meses, en el mejor de los casos, se nos dará una respuesta.

Afirmaron que fueron decenas los padres que acudieron para solicitar la revisión de examen ante la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que nuestros hijos son alumnos destacados, se prepararon durante meses para presentar la prueba, en la mayoría de los casos obtuvieron más de 105 aciertos en las pruebas de simulación, pero al conocer los puntajes del examen convocado por la Comipems, los resultados son de 33 a 40 aciertos como máximo.

Laura, David y Martín, padres de aspirantes que solicitaron la revisión de examen, afirmaron que lo que está en juego no sólo es la trayectoria educativa de nuestros hijos, sino su salud emocional, porque es un golpe devastador para un alumno que siempre ha obtenido altos puntajes en sus calificaciones, y que se presentaron con mucha seguridad al examen, obtener calificaciones mínimas de una prueba estandarizada cuyo contenido dominan.

Nos parece inexplicable que alumnos con promedio en educación secundaria de 10, 9.9 y 9.5 puedan obtener 33 aciertos, ser clasificados como aspirantes Con Derecho a otra Opción (CDO) y que sólo ofrezcan las opciones educativas que no cumplen con una excelencia académica, y que además están ubicadas en zonas muy distantes de nuestros hogares.

Nos sentimos, afirmaron, como rehenes de una situación injusta, porque no tenemos certeza de qué fue lo que pasó. No podemos tener una revisión de examen expedita.