Si bien un número importante de plantas medicinales se ha explotado comercialmente en México, en muchos de los casos no se han validado científicamente, se-ñaló David Pérez Ishiwara, investigador de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Tenemos un potencial de más de 3 mil plantas medicinales y estamos permitiendo que empresas extranjeras vengan a tomar el conocimiento de nuestras etnias y se aprovechen de sus beneficios, dijo.

El investigador trabaja en un fitofármaco para el tratamiento profiláctico, “que a través del aprovechamiento de flavonoides y ácidos fenólicos, antioxidantes, de una planta mexicana prevenga daños provocados por estrés crónico.

Lo que buscamos es un procedimiento farmacológico que no sea paliativo, sino preventivo, que se tome para evitar el avance de diferentes procesos neurodegenerativos inducidos por el estrés crónico, explicó.

El uso de los antioxidantes de la planta tiene un efecto neuroprotector, el cual se evaluó en un modelo in vivo.

Eloy Edurne López Paz, estudiante de la maestría en Biomedicina Molecular, mencionó que el experimento consistió en estimular ansiogénicamente a ratas, es decir, provocar ansiedad, por la exposición al olor a gato.

El fitofármaco se aplicó como tratamiento profiláctico a estos animales tres días antes de provocarles estrés. A los roedores que se les administró no perdieron peso, a diferencia de los que recibieron un placebo. De igual manera con el fármaco disminuyó el tamaño de las glándulas suprarrenales y el nivel de cortisol, mientras en los núcleos cerebrales se observó la activación diferencial del sistema antioxidante.

Pérez Ishiwara informó que por cuestiones de protección no se puede revelar todavía el nombre de la planta.