Mientras los delincuentes continúen apropiándose de territorios vulnerables, generen estructuras económicas y sociales, van a surgir nuevos líderes que irrumpan en estas sociedades y que son vitoreados como héroes por dar repuesta a problemas colectivos, como sucedió con Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, señaló el sociólogo, especialista en prevención de la violencia, seguridad pública y ciudadana, Christian Amaury Ascencio.

Algunos espacios territoriales, incluso muy amplios, que han sido históricamente abandonados por las políticas sociales y públicas del gobierno encuentran de alguna manera una nueva forma de organización al margen de la ley, dijo en entrevista.

El pasado 24 de julio, cientos de personas asistieron al sepelio del líder del cártel de Tláhuac, quien fue despedido con aplausos.

El también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, resaltó que los habitantes de las comunidades vulnerables obtienen ciertos ingresos, empleo y se genera la sensación de que hay un grupo que responde a necesidades, pero genera nuevas formas de control.

Indicó que en algunos sectores existe una idealización del criminal, “como una persona que de manera heroica ha sido capaz de sobresalir aunque haya sido al margen de la ley en una sociedad que le exige poder, control, que las personas tengan una gran cantidad de recursos económicos y, por ejemplo, en este caso, se valora mucho a las personas que confrontan al Estado.