Cdmx: la narcorrealidad
Ejecuciones y bloqueos
Mancera y Eruviel, en la grilla
Yunes alerta contra triquiñuela
Megalicitación: la mitad de las reservas del petróleo
Las pensiones
Posibles compradores de Univision
Visión renovada al concluir libro sobre pobreza y persistencia campesina / VIII
Desai problematiza la teoría del valor de Marx y analiza mi teoría y la de A. Bartra
Remesas: ingreso sostenido
Paisanos y balanza de pagos
Tranquilos: paren de sufrir
Incongruencia gubernamental
Batalla contra Google y Facebook
Yo, Olga: historia de una asesina
King Gizzard & the Lizard Wizard
Post King Crimson
n el curso de un enfrentamiento en la delegación Tláhuac efectivos de la Secretaría de Marina-Armada de México dieron muerte ayer a ocho presuntos integrantes de un cártel de narcomenudistas que opera en el oriente del Valle de México. En la acción, de acuerdo con lo reportado por las autoridades, tres vehículos fueron incendiados y se realizaron bloqueos momentáneos en varias calles de la demarcación. Según la versión oficial, grupos de moto y bicitaxis han sido reclutados por la organización delictiva para vigilar la zona y distribuir la droga en ella.
Solicitan a Mancera regalar grúas, no patrullas
ecinos de la delegación Benito Juárez, preocupados por el aumento de asaltos y robos a casas en nuestras colonias, proponemos al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, que ya no regale patrullas de policía a municipios o gobiernos estatales, las necesitamos aquí, y le sugerimos que en su lugar regale las grúas, que son el azote de los automovilistas particulares, especialmente los más modestos, pero son tolerantes con los grandes vehículos de las trasnacionales.
s verano, los niños y niñas ya están de vacaciones. El reloj está detenido y el abuelo, después de la siesta, hoy que no hace mucho sol, quiere salir a caminar hasta el cementerio; a saludar a los suyos. No, padre, no vaya solo –le dice la hija– que manda a la nieta a ir con el abuelo. Parece como que alejaron el cementerio del pueblo –piensa el abuelo– pero bien sabe que son sus energías las que están faltando. En cambio, lo que sí es cierto es que el paisaje ha cambiado drásticamente. La pregunta inocente que le lanza su nieta, se le clava en lo más hondo. ¿Abuelo, quiénes eran los campesinos?
as escuelas normales tienen una larga trayectoria en la historia de la educación mexicana. Se fundaron como instituciones que formaban a los docentes en las primeras etapas del desarrollo de nuestro país. Desde sus orígenes estuvieron impulsadas por ideales liberales, y arroparon una consigna relevante: impulsar el desarrollo de la sociedad. Sin duda, los momentos del normalismo se han estudiado en función de periodos sexenales, o de generaciones de políticas educativas. En todos los episodios han estado presentes.
on sencillez y profundidad, Oscar Ugarteche y Armando Negrete, del Observatorio Económico Latinoamericano (Obela), trazan las nuevas fracturas tectónicas en la región en un breve y documentado artículo titulado Perspectivas de las economías latinoamericanas frente a la economía mundial (goo.gl/vGQV48).
oy una mujer que vivió escondida durante 35 años, tuve que quitarme esa caparazón que tenía de ser ‘un hombre’, así, entre comillas”. Karen, una mujer que nació en un cuerpo de hombre, nos cuenta su historia en una publicación del Censida sobre testimonios trans (Travesías: Historias Trans a través del Espejo, Censida/Jumaltic Equidad Sur, AC, México 2016). “A los tres años, más o menos, me nació la conciencia, supe que algo no estaba bien conmigo. Yo desde muy peque lo empecé a ver, a pensar, pero no me atrevía a decir ¿Por qué no me tratan como niña si soy niña, ¿Por qué yo tengo un pene y no tengo vagina, como mis hermanas? También desde muy peque aprendí a vivir con miedo y a ocultar lo que sentía, porque mi papá, cuando era cuestión de regañar, o dar una nalgada, era más violento conmigo que con mis hermanas. Mi papá fue militar, tenía muchos libros. Los libros eran como mi escape, leer era mi mundo de soledad, era excluirme de la sociedad por miedo a que la gente se diera cuenta. Las construcciones sociales que tenemos en México hacen que los niños jueguen con carritos, las niñas con muñecas. Y sí, yo quería jugar con muñecas, con Barbis, yo quería el trato en femenino y no lo que me daban. Mi papá siempre ha sido una persona de carácter fuerte, muy duro. Hasta la fecha no lo he enfrentado, directamente no sabe, aunque es bastante obvio el cambio. Tapachula es una ciudad grande, pero es pueblo chico, así que ya deben haberle llegado noticias “que si tu hijo es gay, o tal cosa”. Como frente a frente no se puede, tengo una carta para él, pero mis hermanas no se la han querido entregar. Lo que yo quisiera conseguir con esa carta sería poder llegar a casa de mis papás como Karen, ser tratada como una hija. Pero él esperaba que yo fuera un aliado, muchas veces trabajé con él, pero no podía ver tantas cosas que el hacía, el trato que daba a mis hermanas, era un hombre machista. Como cuando él platicaba de sus aventuras con mujeres “Porque pos es mi hijo y es hombre, y me va a entender”. Para mi fue una tortura. A Luna, la otra madre de mis hijos, la conocí cuando estudiaba en la universidad. Luna era mi aliada, tuvimos una relación de pareja de 15 años, venimos de entornos distintos, yo soy de ciudad, ella rural. Al principio era una relación hetero, ya al final, cuando inicié mi tratamiento hormonal, sí se volvió una relación lésbica, dos mujeres que se aman. Luna y yo tenemos dos hijos, los dos fueron embarazos de ambas. Éramos una familia de mamá, papá e hijos, pero a raíz de mi transición, llegó el momento en que ella me dijo No, párate, yo ya no le sigo acá, mejor me voy, hasta aquí te apoyo, ya no puedo más
. Antes éramos cómplices, pero ya no, ahora somos amigas. A mí, me tocó la mayor parte del tiempo quedarme con los hijos y cuidarlos, luchar contra la depresión por mi separación y dedicarles el cien por ciento de mi tiempo. Mis hijos han sido mi motor, sin ellos lo más seguro es que me hubiera suicidado. Yo no creo eso de que decidiste ser mujer
¡Oye no, espérate, de hecho, si a mi me preguntas, yo preferiría no ser una mujer transexual. Preferiría no tener esta supuesta opción, no es una cuestión de decisión, eso me molesta mucho, cuando me dicen eso yo respondo: ¡No! ¡Ni madres! ¡Yo no decidí! El año escolar pasado, mi hija tuvo que hacer su árbol genealógico, con bisabuelos, abuelos, papá, mamá y hermanos. Me preocupé y fui a hablar con la maestra, quien comprendió y me dijo simplemente: Póngase usted como prefiera y que ponga a su otra mamá. Pero mi hija solita lo resolvió: yo voy a poner la foto tuya, mamá Karen. No hubo preguntas ni problema. Mi sueño es vivir en una cultura mejor, una donde la hospitalidad y el respeto sean los valores principales….”.
utor de más de cien libros, hijo de inmigrados italianos, el escritor y académico francés Max Gallo murió el 18 de este mes a los 85 años de edad, después de una larga lucha contra el mal de Parkinson.