La ONG presenta amparo en tribunales y queja ante la CNDH
Jueves 20 de julio de 2017, p. 28
La organización ambientalista Greenpeace presentó un amparo en tribunales y una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que el gobierno del país haga un registro de los plaguicidas que se utilizan de forma común en México –sobre todo los altamente tóxicos– y que los retire paulatinamente del mercado, para evitar que la salud de las personas y otros seres vivos continúe siendo dañada.
María Colín, asesora legal de campañas de Greenpeace México, señaló que la petición de amparo está basada en el hecho de que hay una mala gestión de los plaguicidas en el país, lo cual implica una violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano y a la salud, entre otros.
Según estudios realizados por el colectivo ecologista, en México se utilizan más de 180 sustancias consideradas altamente peligrosas, a tal grado que incluso están prohibidas en otros países o regiones.
Por ello, enfatizó Colín, el primer paso debe ser que el gobierno tenga una definición clara de qué se debe considerar una sustancia peligrosa
, para después retirarlas de forma progresiva, de común acuerdo con las empresas químicas que las fabrican.
Por otro lado, el amparo y la queja ante la CNDH también buscan modificar las leyes en la materia que actualmente le niegan a las organizaciones ambientalistas el carácter de legítimo interesado para pedir la catalogación de los plaguicidas y su retiro paulatino.
Otro punto fundamental de la demanda de Greenpeace es que se emita la norma mediante la cual se determinarán los límites máximos de residuos de plaguicidas en los alimentos, la cual ha permanecido en la congeladora
de la Cámara de Diputados durante varios años.
Si la siguen demorando, quiere decir que no es la prioridad para ellos. Sin embargo, para nosotros, como consumidores, sí, porque lo que recibimos en la mesa es un montón de alimentos con residuos de plaguicidas, de los que no sabemos ni las cantidades ni los tipos de sustancias, y es un coctel de tóxicos que consumimos cotidianamente
, subrayó la abogada.
Por su parte, Sandra Laso, campañista de agricultura y alimentación de Greenpeace México, recordó que en estudios hechos por la organización en Sinaloa, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, fueron detectados 16 de los 30 plaguicidas más tóxicos y peligrosos, algunos de ellos en cuerpos de agua utilizados para riego.
Estas sustancias –que incluso figuran en los catálogos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios– perjudican directamente a las abejas, que son los polinizadores naturales de diversas especies de plantas, pero también afectan a otras animales y pueden significar un riesgo para que los humanos desarrollen enfermedades graves, como el cáncer.