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Les permite seguir estudios superiores

Proyecto Habesha es una oportunidad para jóvenes sirios en México
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de julio de 2017, p. 12

Jóvenes sirios rehacen su vida en México con el respaldo de Proyecto Habesha, una organización no lucrativa que apoya a quienes vieron interrumpida su educación universitaria a causa de la guerra, para continuar sus estudios en nuestro país.

Según el diario británico The Guardian, alrededor de medio millón de sirios han muerto y otros 11 millones han sido desplazados por la guerra civil desde 2011. Algunos, sin embargo, han encontrado el camino hacia Aguascalientes.

De acuerdo con cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, desde que se inició la guerra al menos 5 millones de sirios, entre ellos profesionistas y universitarios, residen en campos de asilados.

Desde 2014, 39 jóvenes sirios han llegado a México de manera independiente, pero esa cifra se ha incrementado gracias al Proyecto Habesha, creado por Adrián Meléndez, abogado de Aguascalientes y trabajador humanitario para una organización no gubernamental en Irak, que en 2013 conoció a Jack Mohammed, un refugiado sirio.

En dos años logró persuadir al gobierno mexicano de otorgar 30 visas de estudiante a jóvenes sirios. Organizó los documentos de viaje, convenció a universidades privadas en Aguascalientes, Querétaro y la Ciudad de México para ofrecer lugares, cursos de idiomas y alojamiento y reunió los fondos para echar a andar la iniciativa.

Imagina que estás muerta y alguien te brinda una cura milagrosa. Eso es lo que venir a México ha significado para mí: es como si hubiera vuelto a nacer, afirma Silva Hassan Namo, la segunda mujer beneficiada por este proyecto. Ella tiene 22 años, es originaria de Derik, al norte de Siria, y llegó en marzo de este año con su esposo, Jack Mohammed, de 24 años, sin hablar una sola palabra de español.

Su nuevo hogar se encuentra en Aguascalientes, en un departamento recién reformado que se ha convertido en el sitio de reunión de 10 estudiantes sirios en México. Todos provienen de distintos entornos económicos, sociales y religiosos: hay kurdos, alauitas, sunitas y cristianos. Algunos rezan cinco veces al día; otros, ninguna. La plática se desarrolla en árabe, kurdo e inglés.

Los estudiantes se muestran incrédulos acerca de un reporte del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que concluyó que México es el segundo país del mundo más mortífero, después de Siria: Yo camino a las tres de la mañana solo y todo está bien, nadie me mataría por mi religión o mi nacionalidad. Existe mafia en cada país, pero no puedes comparar a México con Siria o Irak: los peligros son muy distintos, afirma Mohammed.

Los trámites para Habesha, término africano utilizado para eliminar la distinción entre tribus y celebrar la unión de los pueblos, se han vuelto más sencillos. Ahorra se espera la llegada de tres jóvenes a una universidad de la Ciudad de México y siete más llegarán a aprender español a Aguascalientes. Otros más viajarán a Costa Rica, donde se está abriendo un programa gemelo.