Habrá debate, pero la decisión la tomarán los delegados, dice
Lunes 17 de julio de 2017, p. 6
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha concluido que la presión ejercida por militantes no alcanzará para una ‘‘rebelión’’ en la 22 Asamblea, y en los dos puntos que concentrarán el debate, los candados y el método de selección del candidato presidencial, permitirá un debate amplio, pero la decisión se tomará con la fuerza de los delegados.
La principal crítica a la cúpula priísta es que en la mesa de estatutos, que se realizará en Campeche, se pretende retirar el requisito de 10 años de militancia para que un aspirante pueda ser postulado candidato a la Presidencia, y piden una reforma para que el único método de selección sea el de la consulta a la base.
El cálculo del tricolor es que si prevalece el candado, impuesto desde la 18 Asamblea después de que se perdió la Presidencia en 2000, la salida para impulsar un candidato no militante sería que alguno de los partidos aliados, el Verde Ecologista (PVEM) o Nueva Alianza (Panal) lo postulen. Así, en caso de una coalición, se registraría un estatuto común ante las autoridades electorales y el requisito de la militancia ya no sería necesario.
En el caso del método de elección, los estatutos vigentes definen que el candidato presidencial puede ser electo por asamblea nacional, Consejo Político Nacional o por consulta a la base. Así que, explicaron dirigentes consultados, no es necesaria una reforma, porque los mecanismos ya están definidos.
La crítica es que en los dos primeros sí puede intervenir el presidente Enrique Peña Nieto y los disidentes van precisamente contra la postura de Los Pinos, pero en el PRI se prevé que al final prevalezca la línea, porque los protagonistas del movimiento, explican, no tienen la fuerza suficiente para cambiar el rumbo de la asamblea.
Ahí la opción sería que en un transitorio de los estatutos se defina que en la elección de su candidato para 2018, optaría por la consulta a la base, si el contexto político así obliga.
En los puntos donde sí se prevé un debate fuerte es en la definición de los mecanismos para candidatos a diputados y senadores, porque un sector de priístas empuja por impedir que quienes actualmente ocupan cargos de elección popular vía plurinominal, ya no puedan repetir en las listas del próximo año.
Así, quienes actualmente son senadores de representación popular, ya no puedan ser diputados por la misma vía. La reforma que se quiere incluir en los estatutos es que, en todo caso, si quieren volver a ser legisladores ganen su escaño o su curul en las urnas.
También se busca definir la paridad de género total; esto es, que la mitad de las candidaturas a diputados federales y senadores sea para hombres y la otra mitad para mujeres. Y que del total, además 30 por ciento se asigne a jóvenes.
Los sectores y organizaciones han cuidado los nombres de sus delegados que participarán en las cinco mesas temáticas, espacio donde se harán y votarán las propuestas de reforma, para evitar una sorpresa.
Hasta ahora, de los priístas críticos sólo se ve a Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán, como la de más peso político, pero si bien ella ha dicho que aspira a la candidatura presidencial, dirigentes priístas observan que su peso sólo le alcanzaría para lograr una senaduría.
Ayer, en un comunicado, el dirigente priísta, Enrique Ochoa Reza, expresó que en el tricolor ‘‘caben todas las opiniones; el partido seguirá abierto a todos; la asamblea será un encuentro entre distintas generaciones, donde lo más importante será la inclusión’’.
Las otras sedes para las sesiones son Coahuila, estado de México, Sinaloa y Jalisco, pero la dirigencia no ha decidido aún qué mesas se realizarán en cada entidad.