La avenida Eduardo Molina se reabrió a la circulación vehicular en sentido norte-sur, entre San Lázaro y Río de los Remedios, y reanudaron operaciones los autobuses de la línea 5 del Metrobús, al repararse un hundimiento de 1.8 metros de profundidad, 12 metros de largo y 2.5 de ancho, entre Oriente 157 y San Juan de Aragón, en Gustavo A. Madero.

En un recorrido para supervisar los trabajos, que llevaron más de 24 horas, el titular de la delegación, Víctor Hugo Lobo, informó que solicitó a investigadores en geofísica de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional realizar los estudios del subsuelo para determinar con precisión la causa de ese agrietamiento.

Asimismo, el tipo de trabajo a realizar para subsanar cualquier falla, pues en el estacionamiento de la Plaza Comercial Oriente, ubicada a unos metros de distancia, se han detectado algunas fracturas, al contar con piso de adocreto, que permite las filtraciones de humedad, lo que podría ocasionar reblandecimientos del subsuelo

Se trata de atender con oportunidad esta situación, por lo que esta semana convocará a una reunión con los administradores de la plaza, especialistas en geología, representantes del gobierno de la ciudad y servidores públicos de la delegación a efecto de iniciar los estudios correspondientes, señaló.

El funcionario explicó que este lunes se atenderán los cuatro metros de banqueta demolidos para que personal del Sistema de Agua de la Ciudad de México reparara el tubo de agua potable de seis pulgadas de diámetro, que tuvo una fractura al reblandecerse el terreno, y provocó el hundimiento de la vialidad.

Mientras, cuadrillas de la Agencia de Gestión Urbana realizarán el balizamiento de la misma para restablecer la separación de los cuatros carriles: el exclusivo del Metrobús, dos de uso para automóviles y el de la ciclopista.

En la reparación del hundimiento participó personal de las 10 direcciones territoriales de la delegación, así como trabajadores de Sacmex, AGU y de las secretarías de Protección Civil y de Seguridad Pública, pues se requirió delimitar la zona para excavar, reparar el tubo afectado y encontrar el punto firme del subsuelo para rellenar con tepetate.