La inversión inmobiliaria para desarrollos de todo tipo en la Ciudad de México se mantuvo a un ritmo de alrededor de 3 mil millones de dólares anuales en los pasados cinco años, de acuerdo con la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de la Ciudad de México.

Según dicha organización, alrededor de 42 por ciento de esta inversión se destina a vivienda residencial en condominio; 38 por ciento a oficinas y 20 por ciento a inmuebles comerciales, industriales y suelos mixtos.

Desafortunada o afortunadamente la Ciudad de México encontró su vocación en un sector residencial alto y medio; se ha encarecido muchísimo y ya tenemos zonas donde un metro cuadrado de terreno puede costar entre 20 mil y 25 mil dólares. Estamos en los estándares más altos a escala mundial, en los niveles de grandes ciudades como Londres, Shanghai o Tokio, señaló Alejandro Kuri, vicepresidente de dicha asociación.

Las delegacioness con mayor inversión son Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Benito Juárez, Cuajimalpa y zonas de reciclaje en Azcapotzalco e Iztapalapa, agregó.

La inversión inmobiliaria en la capital del país podría mantenerse a este ritmo los próximos 20 años, en razón de la demanda de vivienda, con una derrama económica que impacta en el resto de las actividades económicas de la ciudad, indicó.

La inversión inmobiliaria, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, genera en toda la República Mexicana alrededor de 200 mil empleos anuales, y si se habla de que la capital aporta alrededor de un tercio, pues se está hablando de unos 65 mil empleos al año, dijo.

La gente le seguirá apostando al factor inmobiliario, pero esto se hará cada vez más con base en un gran número de consensos y ajustes entre la ciudadanía, que controla y castiga, y el gobierno que regula y planea para que este desarrollo siga siendo negocio, beneficiando a la ciudad, produciendo ingresos y fuentes de trabajo, pero crezca de manera ordenada, sin afectar la calidad de vida de los habitantes, indicó.

Uno de estos consensos se refleja en el proyecto de lo que será el parque abierto que se ubicará en el predio de 40 hectáreas, propiedad de la Ciudad de México, La Mexicana, en Santa Fe. Este se planeó con base en una serie de consensos entre vecinos, empresarios, desarrolladores inmobiliarios, y es un gran ejemplo de lo que se puede hacer en la ciudad para que la gente, en este caso de Santa Fe, pueda ir a andar en bici, caminar y tener una área verde.

Se prevé que de las 40 hectáreas 30 se dediquen a parque público, donde habrá ciclopistas, un río interior que desembocará en un lago con servicio de lanchas, como en Chapultepec; al lado del río habrá un camino peatonal, restaurantes, cafés, bicicletas, un estacionamiento y un supermercado subterráneos, pero lo interesante es que no tendrá rejas; será un parque público bien iluminado, y en el resto del predio se prevé construir viviendas, indicó.