Integrantes de grupos o corrientes de opinión del PRI advierten que existe un riesgo central para 2018: si se elige de nueva cuenta al candidato presidencial desde una cúpula (práctica mejor conocida como dedazo) lo único seguro que tendrán es la derrota.

Eso significa, expresó uno de ellos, ponerle en bandeja de plata el poder a Andrés Manuel López Obrador y a su partido, Morena.

Los críticos del tricolor, quienes se empeñan en aclarar que no son rebeldes, se reunieron ayer en un hotel ubicado casi frente al edificio central del PRI, cuando falta menos de un mes para que se realice la 22 asamblea nacional de este partido.

Los críticos, como prefieren que se les nombre, señalan que en la asamblea del 12 de agosto perderán la votación pero ganaremos el discurso.

El reglamento de la asamblea, opinaron algunos críticos consultados por La Jornada, fue diseñado para que no pasen nuestras propuestas. El artículo 17 del reglamento otorga al Instituto de Capacitación y Desarrollo Político 40 delegados y 20 a los líderes de sectores y organizaciones nacionales (afines a la dirigencia del tricolor).

La mesa principal, sobre cambio de estatutos, será en Campeche, en la reunión temática a realizarse 4 y 5 de agosto.

La reunión fue convocada por la ex gobernadora de Yucatán y secretaria general del PRI (2012-2015) Ivonne Ortega, quien hizo énfasis en la caída del tricolor.

Recuperamos la Presidencia en 2012 y, a partir de ese año ha habido 24 procesos de sucesión; hemos perdido 4.7 millones de electores. Es decir, aunque ganemos elecciones perdemos rentabilidad electoral. Hace cinco años gobernábamos 20 entidades y hoy, tras la pérdida de Nayarit, sólo 14.

Además, agregó, la política económica no funciona: En 1988 había 53 millones de pobres y luego de una inversión de 4 millones de millones de pesos, ahora hay 55.3 millones. No sólo no hemos sacado a una familia de la pobreza sino que hemos metido a más de 2 millones.

Los oradores, procedentes de unas 20 de entidades –quienes dijeron ser delegados a la asamblea nacional– hicieron planteamientos que no suelen escucharse públicamente en el PRI.

Neri Prieto, de Nuevo León, propuso llevar a la asamblea la eliminación del fuero en todos los niveles, así como la revocación de mandato, porque si el pueblo da, el pueblo quita.

Rodrigo Torres, de Tabasco (Corriente Crítica), hizo un llamado al dirigente del PRI a abrir la consulta a las bases para la elección de candidatos.

Filiberto Alfaro, de Alianza Generacional, subrayó: No queremos que nos impongan un candidato del PAN postulado por el PRI. Eso sería una derrota histórica.

Irasema Hernández, de la Red de Jóvenes por México (Michoacán), dijo que el partido requiere de un respaldo social, no sólo de una cúpula. “Todos estamos cansados de un sistema de dedazo”.

Otro orador dijo que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, debe renunciar, luego del episodio del socavón. Nos va a afectar enormemente, gritó.

Beatriz Pagés, quien hasta hace poco era secretaria de Cultura de la dirigencia priista, pidió a sus compañeros no evadir la realidad. Y mientras el PRI pierde hay un partido, Morena, que ha triplicado su avance y crecimiento. Punto final al reciclaje de candidaturas. Hoy, candidato impuesto es un candidato electoralmente muerto, advirtió.

En esta ala participan priístas en lo individual, así como grupos autodenominados Corriente Crítica, identificada con Genaro Morales Rentería; César Augusto Santiago, ex legislador y ex integrante de la dirigencia del PRI; Hugo Díaz Thomé, quien el año pasado se presentó como aspirante a dirigir el partido; Alianza Generacional (promovida por José Ramón Martel, José Encarnación y Filiberto Alfaro, entre otros); Ivonne Ortega, quien abiertamente busca la candidatura presidencial de su partido; ex legisladores locales y federales, así como otros que ayer dijeron ser afectados por los procedimientos internos y las denominadas candidaturas de unidad.