El INE estorba a la democracia
Nunca le salen las cuentas
El papel lamentable de Lorenzo Córdova
La batalla por el agua
Urgente cambio de modelo
Hartos de más de lo mismo
Inflación sube a paso veloz
Nureyev
Paterson
La libertad del diablo
Encuesta para reactivar Radio Chopo
esde que el primero de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), negociado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari con sus partes de Estados Unidos y Canadá, el sector agrario mexicano ha sido objeto de un desmantelamiento sistemático a causa de la radical asimetría en el tratamiento que las naciones firmantes dan a sus respectivos productores. Mientras en Estados Unidos la agroindustria disfruta subsidios hasta de 30 por ciento, de este lado de la frontera tales apoyos no rebasan la tercera parte de dicha cifra, disparidad que se refleja en que, durante los primeros 21 años de vigencia del acuerdo, únicamente en dos México logró una balanza comercial favorable en este rubro ante su vecino.
Lula: un nuevo tipo de golpe de Estado en América
a condena de Lula por corrupción y lavado de dinero, sin pruebas materiales, constituye un eslabón clave en la cadena de los nuevos golpes de Estado que Washington impulsa, a partir de redefinir el Poder Ejecutivo desde la articulación estratégica del Poder Judicial y los medios de comunicación, televisión por delante, como cuarto poder.
n el Kurdistán sirio, en la región de Rojava, una revolución feminista, libertaria y popular combate al fundamentalismo islámico mientras los principales medios de comunicación globales la invisibilizan. No conviene, se trata de un experimento social que no sólo lucha contra el Estado Islámico, también se opone a la democracia liberal y al capitalismo. Una construcción social en la que las mujeres participan en igualdad en la toma de decisiones. Un proyecto de abajo-arriba, en medio de la guerra de Siria, con enormes similitudes con el zapatismo mexicano.
ientras el secretario Narro reconocía que la insuficiencia renal no se incluye en el Seguro Popular porque no alcanzan
los recursos, el subsecretario José Meljem aclaraba que el Acuerdo para la Universalización de los Servicios de Salud y el Convenio de colaboración Ssa-IMSS-Issste para brindar servicios en cualquier
unidad médica, aunque diga universalización el tema es intercambio de servicios
. En su opinión: “hay quien podría calificarlo de un paso –hacia la universalización– pero ese es otro tema”. ¡Caray! Entonces, ¿qué es? Para Meljem: hay quien entiende que la universalización tiene que ver con unificar las tres instituciones. Eso no es viable en este momento
.
n México, la guerra capitalista utiliza a las instituciones del Estado para exterminar a los pueblos indígenas mediante el despojo de sus territorios ancestrales. Para nadie es un secreto que a partir de la reforma energética (2013), un sinnúmero de proyectos extractivistas se han echado a andar sobre las geografías indígenas, con el único objetivo de comercializar con la madre Tierra. Ante este contexto adverso, los pueblos indígenas se han movilizado y han creado renovadas formas de resistencia, mismas que se enmarcan en el largo calendario de lucha que los pueblos han generado durante los últimos 500 años y que tienen como horizonte el de hacer colapsar al sistema capitalista.
ebido a la entrada del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que implica la importación de maíz y frijol, desde el año 2007 se presentaba una amenaza en el país. En efecto, pueblos indígenas y campesinos, que cuentan con modelos de producción asociados al sistema milpa, veían amenazada la soberanía alimentaria y el derecho a producir y nutrirse de forma adecuada y conforme a sus necesidades y cosmovisiones. Pero la amenaza del TLCAN implicaba todavía más: la desarticulación del sistema milpa. Se pretendía eliminarlo y que se usaran y consumieran granos importados, haciendo del monocultivo la única forma de producción.
esde sus orígenes en el siglo XIX, México fue una sociedad del desacuerdo. La larga contienda entre liberales y conservadores, que entrecruza la primera parte de su historia, no fue una lucha por dirimir las reglas para cohabitar en el mismo Estado, sino un incesante intento de erradicar al otro de la geografía política. Tanto los liberales como los conservadores heredaron del mundo novohispano la máxima principal de su antigua forma de gobernar: obedecer y callar. Esa forma derivó en una sociedad incapaz de fincar su cultura política en un principio básico que distingue a las sociedades modernas: el principio de que el único acuerdo posible duradero consiste, primero, en la posibilidad de enunciar y fijar el desacuerdo, y, segundo, en el arte de dirimirlo de manera institucional. Toda crítica era leída como una afrenta y toda impugnación como un llamado a la confrontación. El resultado fueron tres guerras civiles –que se inician a partir de la rebelión de Ayutla– y una guerra de intervención.
a fragmentación electoral es una de las consecuencias de la fragmentación. A su vez la fragmentación en las políticas públicas y en las reglas del juego, es decir, en las instituciones, constituyen una cuadrilátero de interacciones. Ahora discutiré la fragmentación social y en mi próxima entrega comentaré sobre la fragmentación de políticas e instituciones.
ace pocas horas, en una más de las manifestaciones convocadas por la oposición venezolana, se presentó e hizo uso de la palabra, escoltado por dirigentes de la MUD, Óscar López, el terrorista que el pasado 27 de junio robó un helicóptero a punta de pistola, tiroteó y lanzó granadas contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia. Con una orden de búsqueda y captura, Óscar López se pavoneó ante los presentes. Los acólitos, atentos a sus palabras, desatendieron la primera condición del demócrata: asistir a la justicia, retenerlo y llamar a las autoridades. La actitud condescendiente y abiertamente sediciosa, amparando a un criminal confeso, tiene poco de personas que dizque luchan y defienden las libertades. Por contra, le apoya, vitorea, habilita la huida, mientras una multitud pide a gritos el magnicidio y el levantamiento militar. No veo en tal comportamiento respeto a los derechos humanos, acatamiento del orden constitucional y de los valores liberales emanados de gente tolerante, abierta al diálogo y respetuosa de las leyes vigentes. Sólo observo sedición, odio y deseos de venganza, no sé a cuento de qué.
iene toda la razón el secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Hiram Almeida Estrada, cuando hace unos días advirtió que la delincuencia en la capital es cada día más violenta. Me permito agregar que, ciertamente, es más agresiva, pero también los ciudadanos palpamos que es mucho más activa y, sin duda, más numerosa.