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Recuperan el conocimiento milenario de las etnias sobre las propiedades de esas especies

México, segundo reservorio de hongos comestibles más grande del mundo

Jesús Pérez Moreno lidera investigación en el Colegio de Posgraduados de Texcoco

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El estudio aborda los conocimientos de los grupos mixtecos, zapotecos, chinantecos, tlahuicas, nahuas y mazahuas. La imagen, tomada de www.duiops.net
 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de julio de 2017, p. 2

Investigadores del Colegio de Posgraduados (Colpos) en Texcoco buscan recuperar el conocimiento milenario sobre los hongos, resguardado en los 68 grupos étnicos de México, los cuales conocen ampliamente sus propiedades y distinguir a la perfección entre los que pertenecen a una especie tóxica y los comestibles, afirmó Jesús Pérez Moreno, investigador adscrito al posgrado de edafología desde hace más de 24 años.

En entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el especialista en diversidad y etnomicología de especies comestibles silvestres de México señaló que el país tiene el segundo reservorio más grande del mundo de éstas.

En la República Mexicana se consumen más de 450 especies de hongos, superada sólo por China, donde la ingesta es de unas 600 especies. Sin embargo, se desconocen todas las propiedades o activos que podrían ser usados para combatir enfermedades, aseguró.

“Soy un enamorado de los grupos étnicos y desarrollo una investigación que toma los conocimientos de los mixtecos, zapotecos, chinantecos, tlahuicas, nahuas y mazahuas. He descubierto compuestos no conocidos para la ciencia que están en los hongos silvestres. Uno es un antioxidante presente en el género russula, que tiene una sustancia que presumiblemente puede evitar la reproducción del virus de inmunodeficiencia humana (VIH); sin embargo, habita en los bosques. Muchas de las especies de hongos desarrollan actividad simbiótica para sobrevivir (asociaciones en las que se benefician ambas especies)”, aseguró Pérez Moreno.

Los hongos comestibles silvestres representan una mina nutrimental, ya que son bajos en carbohidratos y grasas, y tienen un alto contenido en vitaminas y minerales. Algunos tienen propiedades para combatir la diabetes y la hipertensión. Consumir hongos es como tomar medicina, precisó el especialista.

La investigación en la que participa Pérez busca revalorizar los conocimientos ancestrales y plantea recuperarlos para investigar los principios activos de los hongos y buscar moléculas nuevas que ayuden a combatir enfermedades, así como apreciar la importancia biocultural de los hongos y darles sustento científico.

Uno de los primeros científicos en identificar el aporte invaluable de los hongos fue Charles Darwin, quien logró determinar que la vida en el planeta no se habría desarrollado sin la participación de los hongos.

Este reino está formado principalmente por tres grandes grupos: mohos, levaduras y macromicetos, que tienen diferentes funciones en el ecosistema.

El reciclaje nutrimental es una de las principales funciones de los hongos en el entorno. La forma en la que se alimentan es peculiar, porque producen unas sustancias llamadas exoenzimas, con las que degradan compuestos orgánicos y una vez disuelto, absorben los nutrimentos.

El mundo estaría lleno de cadáveres si no hubiera hongos, porque una de sus funciones ecológicas es eliminar restos de microorganismos, animales y humanos.

Otra función es generar simbiosis con diferentes especies. Los árboles realizan el proceso de fotosíntesis, brindan carbono al hongo y éste les da nutrimentos, sin ellos, no existiría los árboles y por ende, los bosques. Sin duda, su importancia ecológica es trascendental, concluyó el especialista.