La selección mexicana femenil de futbol americano fue recibida entre porras y felicidades al llegar este domingo a México, después de haber logrado un histórico tercer lugar en el Mundial de la categoría disputado en Vancouver, Canadá.

Desmostramos que el futbol americano femenil es grande en México y que tenemos mucho camino por recorrer, afirmó entusiasmada Ana Barbosa.

El triunfo lo disfrutan al doble, debido a que ante la falta de apoyo de la federación, las jugadoras tuvieron que botear y vender camisetas del equipo para conseguir parte de los recursos que necesitaban para cubrir los gastos del viaje.

Aunque hubo poca asistencia de la prensa, un grupo de amigos y familiares de las jugadores se encargaron de recibirlas como campeonas al entonar Cielito Lindo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a manera de homenaje por la proeza que consiguieron.

Somos una selección muy joven, creo que si trabajamos más todavía tenemos oportunidad de ira otro Mundial y conseguir grandes resultados, destacó Barbosa mientras sostenía en sus manos con gran alegría la medalla de bronce como si fuera un gran tesoro.

Emotivo recibimiento

Sandra San Juan se encontró con una manta en la que su familia la felicitaba por la hazaña realizada. Entre sollozos dijo sentirse muy orgullosa de llegar con una medalla de bronce para mi país.

La selección mexicana femenil de futbol americano debutó en el certamen con una amarga derrota al caer 29-0 ante Estados Unidos. No obstante, se repusieron al vencer a Australia y superar 19-8 a Gran Bretaña para llevarse la medalla de bronce.

Llenas de emoción entonaron un himno que compusieron ellas mismas para motivarse antes de cada encuentro. Somos insuperables, tenemos dinamita dentro de la sangre. No se vayan a confiar porque les vamos a ganar. ¡oh, oooh, oooh!