La sinaloense dedicará lo que resta del año a tratarse diversas lesiones
Carlos Navarro, también medallista en el Mundial de Sudcorea, señaló que les faltó fogueo
Lunes 3 de julio de 2017, p. 5
Yo no sé si soy la mejor deportista, simplemente trabajo, ir año con año y siempre con el mismo objetivo, que es mi amor por México
, afirmó María del Rosario Espinoza a su regreso del Mundial de Taekwondo en Muju, Corea del Sur, en un recibimiento con porras y una manta de bienvenida que llevaron integrantes del Ejército Mexicano.
Con la medalla de bronce que sobresalía de su uniforme rojo, la sargento primero, auxiliar de educación física y deportes, reiteró que no le gustó el color, porque está acostumbrada a disputar finales olímpicas y mundiales.
No obstante, dijo que esa presea fue como sacarse una espinita
, porque tenía muchos años que no subía a un podio del orbe, luego del título conseguido hace una década en Pekín.
Tras agradecer el detalle
del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, por el recibimiento en el aeropuerto de la Ciudad de México, la sinaloense, con huellas de cansancio por el largo viaje, mencionó que los tres combates que sostuvo en Muju, en su división menor de 73 kilogramos, se sintió bien, aunque su cuerpo lo resintió.
Decidió no tener más competencias y dedicará lo que resta del año a tratarse lesiones en la espalda, la mano y el pie izquierdo, porque ya no tengo 15 años
, así como continuar con los estudios y disfrutar más a su familia en Culiacán.
En cuanto al equipo, María del Rosario, próxima a cumplir los 30 años de edad, comentó que le agradó la actuación. La tendencia la sigue marcando Europa. Hubo muchos quintos lugares, Rubén Lizárraga, Briseida Acosta, Fabiola Villegas, les sirvió de experiencia
, como la que acumula su paisana Itzel Manjarrez, que se quedó cerca de asegurar el bronce.
Por su parte, Carlos Navarro, ganador de otra presea, idéntica a la de María, estaba feliz, ya que el resultado lo motiva a dar más y seguir adaptándose a los nuevos cambios.
Animado para ir a los Grand Prix, el joven chihuahuense se sintió como si volviera a nacer, pues el bronce fue una inyección de ánimo tras la actuación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde quedó cerca del podio en la división de los 58 kilogramos.
Destacó que el Mundial fue un parámetro con el nuevo reglamento y varios competidores, entre ellos los mexicanos, estaban confundidos. Aceptó que les faltó fogueo y mayor tiempo de adaptación a las medidas adoptadas y los petos electrónicos.
Los entrenadores Óscar Salazar y Alfonso Victoria coincidieron en que los resultados mantiene a México como potencia mundial al colocarse en el séptimo lugar del medallero.
Luego se integraron con María y Carlos para tomarse la foto con todos los seleccionados que no ocultaban el cansancio y cambio de horario en una llegada madrugadora.
