El estudio de las culturas precolombinas, del periodo de la Conquista o la formación del mundo moderno son parte de los contenidos que fueron reducidos para garantizar un aprendizaje más profundo de los alumnos de primaria y secundaria.

En el caso de la enseñanza de la historia, que propone que los estudiantes de primaria logren entender la importancia de aprender esta disciplina, cómo se construye su conocimiento, así como ubicar el tiempo y espacio de los principales procesos de la historia en México y el mundo, los contenidos curriculares disminuyen.

Tan sólo en el eje de civilizaciones, el estudio de la Conquista de México queda reducido a la conquista de México-Tenochtitlán, que se impartirá en cuarto grado de primaria. La Revolución Mexicana sólo se abordará desde su estallido y sus variados frentes, en quinto grado de primaria. Como antecedente, se incluye el progreso económico y la injusticia social de un régimen autoritario.

En el caso de prescolar, el nuevo enfoque en los procesos de alfabetización establece que todo alumno que egrese deberá expresar con eficacia sus ideas, narrar anécdotas siguiendo la secuencia y el orden de éstas; explicar cómo es o cómo ocurrió para que los demás comprendan.

Los aprendizajes esperados en lenguaje y comunicación, tras concluir los tres grados de prescolar –que cursan alumnos de tres a cinco años de edad– incluyen que los niños puedan explicar las razones por las que eligen un material de interés, así como su opinión sobre los textos informativos leídos en voz alta por otras personas.

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, aseguró, durante la presentación del plan y programas, el pasado jueves, que en la enseñanza del español se está haciendo algo muy innovador que cambiará el enfoque de la alfabetización inicial, es decir, la manera en que aprenden a leer y escribir los estudiantes.

En prescolar, donde los nuevos programas comenzarán a aplicarse en el ciclo escolar 2018-2019 para casi cinco millones de alumnos, se busca que los egresados aprendan a escribir su nombre e identificarlo, así como otros datos personales en diversos documentos, pese a que la propia SEP establece que de ninguna manera se espera que los niños egresen de este nivel leyendo y escribiendo de manera convencional y autónoma.

Sin embargo, identifica como aprendizajes esperados que los niños que concluyan prescolar puedan escribir e interpretar instructivos, cartas, recados y señalamientos, e incluso, que puedan producir textos para informar algo de interés a la comunidad escolar o a los padres de familia.