El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra solicitará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ejerza la facultad de atracción con el fin de resolver el juicio de amparo 14/20015 que interpuso contra la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y que el juzgado noveno de distrito con sede en Nezahualcóyotl, estado de México, sobreseyó ayer sin entrar a estudiar el fondo del asunto y decidió darlo por concluido.

En conferencia de prensa, Octavio Jiménez (Tezoyuca), Ignacio del Valle y Adela Romero (Atenco), Obdulio Ruiz (San Miguel Tocuila), así como Alicia Galicia (San Francisco Acuexcomac), indicaron que desde el anuncio del proyecto en el municipio de Tocuila “han sido demolidas 40 casas, debido a la construcción de la infraestructura carretera, y que otras 30 están pendientes de derribar.

Hay despojo de viviendas, territorio, caminos, parcelas, en todos los aspectos. Distintas comunidades adheridas al frente hemos interpuesto diversas demandas y amparos a fin de proteger y preserva nuestro territorio.

Uno de esos recursos, dijeron, fue precisamente el que presentaron en contra del proyecto aeroportuario y todas sus implicaciones que tiene en perjuicio de los derechos humanos, sociales, culturales, económicos y ambientales de los pueblos pertenecientes a los municipios de Atenco y Texcoco, pero que el juez noveno de distrito desechó.

En Atenco y toda la rivera de Texcoco se comete un despojo bestial. El saqueo y la destrucción de cerros y pueblos existe, por eso es que no hemos dejado de movilizarnos y seguiremos organizados y ejerciendo el derecho a defender de manera legal y legítima lo que nos pertenece.

Acompañados de sus abogados, Sandino y Leonel Rivero, señalaron que los terrenos donde se realizan obras de la autopista Ecatepec-Pirámides-Peñón Texcoco, alterna a la barda perimetral del NAICM, y parte de ese polígono, las empresas afirman que ya son de su propiedad. Las asambleas ejidales donde se ha impuesto la modificación de la propiedad social de la tierra para convertirla en propiedad privada, y todo lo que el gobierno federal ha desencadenado en las comunidades, echan por tierra que nuestros pueblos no serían afectado.