Sábado 24 de junio de 2017, p. 23
Cancún, QR.
A partir de la destrucción del manglar en el malecón Tajamar, cometida el 16 de enero de 2016, no se veían cangrejos azules en la laguna de Nichupté y este año cientos adelantaron su migración para depositar sus huevecillos al océano, la cual generalmente sucede en octubre.
El cardisoma guanhumi es una especie catalogada como amenazada y su conservación es seguida de cerca por autoridades mexicanas y grupos conservacionistas, por lo que se encuentra bajo estricto cuidado por diversos factores que han atentado contra su existencia en la región.
Durante la temporada de desove, se les ayuda a continuar su ciclo de reproducción. Muchos suelen morir porque son atropellados por automovilistas, o por sus depredadores naturales que los cazan o lesionan en su viaje al mar.
Sin embargo, cada año las autoridades estatales y municipales piden a los automovilistas circular por otros puntos viales de Cancún, y les solicitan medidas preventivas para que si llegan a esta zona donde cruzan los crustáceos no los arrollen.