Culpa Córdova a políticas equivocadas
Viernes 23 de junio de 2017, p. 4
México tiene serios problemas estructurales, pero no son producto de las elecciones, sino de políticas públicas equivocadas, una enorme corrupción que ofende y una gravísima impunidad presente, aseguró el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.
Dijo que de cara a las elecciones de 2018, la democracia en el país se encuentra en un ‘‘bache’’ en medio de una sociedad crispada, enojada con la política y lo público. ‘‘Como nunca antes, hay un creciente descontento en la democracia’’, dijo.
‘‘Este es un momento muy delicado; es un momento en el que, con razón, existe un gran enojo, pero es el momento en el que no podemos permitirnos perder el país, y perder, en muchos sentidos, la precaria democracia que tenemos.’’
Al participar en la inauguración del foro Diálogos para una capital cívica, Córdova señaló que basta ver lo crispado del ambiente, el enojo como palabra de orden de la convivencia social y de la opinión respecto de la vida pública, para poder entender que hay un problema estructural que atender.
Aclaró que estas preocupaciones no son el nerviosismo o intranquilidad que se respira tras las elecciones estatales del pasado 4 de junio, sino que tiene raíces mucho más profundas y que explican, entre otras cosas, lo que hoy está ocurriendo.
Citó, entre otros, los graves problemas estructurales que tiene el país, con una pobreza y desigualdad ominosa provocada por políticas públicas erradas y una impunidad gravísima que alimenta la corrupción y que hace a nuestro estado de derecho una verdadera fantasía. ‘‘Es un estado de legalidad absolutamente débil, precario, y en muchos sentidos hasta inexistente’’.
En el acto, realizado en el Centro de Exposiciones y Congresos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Córdova Vianello defendió la ‘‘transformación radical’’ que en materia electoral se ha dado en el país en las pasadas tres décadas.
‘‘Hace 30 años era un país monocolor; todo mundo sabía con anticipación cuáles iban a ser los resultados electorales; no había un solo senador de oposición; había mayorías blindadas en todos los congresos locales y el federal; hace 30 años una sola fuerza política podía cambiar la Constitución sin consultar, ni siquiera dialogar con los de enfrente.’’