En menos de seis meses, la clavadista veracruzana Samantha Jiménez experimentó un cambio radical en su carrera, pues a partir de que emigró a entrenar con Omar Ojeda, en Arizona, logró sorpresivamente la calificación al Campeonato Mundial de Natación, el próximo mes en Budapest, en la prueba sincronizada de 10 metros junto con la bajacaliforniana Gabriela Agúndez.

Hemos trabajado muy bien. Es un proceso y como no estoy aquí en México, a veces es un poco difícil la coordinación, pero estaremos listas en las dos y hasta tres semanas que tenemos antes del Mundial, asentó Samantha, quien se concentró esta semana con Gabriela en La Paz, sede de entrenamiento de su pareja, para trabajar bajo la dirección del cubano Yuniezky Hernández.

Samantha, quien había entrenado los últimos tres años en el equipo de la china Ma Jin, tomó la opción hace seis meses de trasladarse con el ex clavadista Omar Ojeda, becada por la Universidad de Tucson, Arizona.

A pesar de enfrentar una lesión en la muñeca, la clavadista sostiene que rumbo al Mundial, lo principal es que vamos muy motivadas, bien preparadas y seguras de que llegamos con buen grado de dificultad, una tabla competitiva para pelear las medallas, afirmó.