En la mitad de los penales estatales del país hay condiciones de autogobierno o cogobierno entre autoridades e internos, derivadas principalmente por la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Además, advirtió que en dos de cada tres centros penitenciarios estatales no se realizan acciones para prevenir ni atender incidentes violentos, como riñas, lesiones, fugas, suicidios, homicidios y motines, lo cual hace mucho más difícil y complicado enfrentar este tipo de contingencias cuando se presentan.

Ruth Villanueva Castilleja, tercera visitadora general de la CNDH, explicó que estas condiciones de cogobierno se dan porque ante la falta de personal hay custodios que delegan responsabilidades de autoridad a internos para que les ayuden a vigilar o controlar a sus compañeros, lo cual viola diversos ordenamientos legales.

De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, realizado por la CNDH, donde visitó 131 prisiones estatales, varoniles, mixtos y femeninos, de un total de 298 existentes en territorio nacional, es decir 44 por ciento, fueron identificadas 35 irregularidades con mayor incidencia en diversos rubros, lo cual incide de manera negativa en el respeto a los derechos humanos de los internos.

En los centros estatales las deficiencias detectadas con mayor incidencia se refieren a la separación entre procesados y sentenciados, deficientes condiciones materiales, equipamiento e higiene de las áreas de dormitorios, sanciones, cocina y comedores. Estas irregularidades se encontraron en 102 de los 131 reclusorios visitados.

Insuficiencia en el número de personal de seguridad y custodia, para traslados, cobertura de ausencias, vacaciones e incapacidades, así como gran deficiencia en el suministro del equipamiento, fueron identificados en 90 de los penales tomados para la muestra.

En 42 de los centros estatales persiste sobrepoblación, lo que genera otro tipo de problemas, que afectan su funcionamiento, y en 57 de las cárceles locales supervisadas hay hacinamiento, con áreas de rebasan de manera importante su capacidad. Por ejemplo, en zonas donde deben convivir cuatro personas se encuentran hasta 30.

Otro dato es que en la mitad de los centros verificados se observaron áreas de privilegios, así como la presencia de objetos y sustancias prohibidas.

El mismo diagnóstico penitenciario, la CNDH identificó que en los Centros de Reinserción Social hubo mil 250 incidentes violentos, entre riñas (694), desórdenes (361), homicidios (85), abusos (81), suicidios (24) y motines (cinco).