Londres.

Llegó a 30 la cifra de muertos en una torre de viviendas de interés social en la localidad londinense de Kensington que se incendió el pasado miércoles, anunció este viernes el comandante de la policía metropolitana, Stuart Cundy, quien pronosticó que el número de víctimas podría aumentar debido a que aún hay decenas de desaparecidos. Cientos de manifestantes protestaron afuera del ayuntamiento de Kensington al grito de asesinos.

La primera ministra, Theresa May, fue abucheada cuando visitó a sobrevivientes del siniestro. Además, su jefe de gabinete, Gavin Barwell, se negó a responder preguntas sobre el incendio.

La policía dijo que el número de muertos podía llegar a 60 o incluso 100. Siguen hospitalizadas 24 personas, 12 de ellas se encuentran en estado crítico.

Las labores de recuperación de cadáveres se prolongarán debido a que el edificio afectado está en estado de riesgo, situación que provoca que los equipos de rescate tarden más tiempo en hacer su trabajo, indicó Cundy, quien afirmó que de momento no hay indicios de que el incendio haya sido provocado intencionalmente.

Cientos de manifestantes exigieron al ayuntamiento de Kensington explicaciones sobre cómo las llamas pudieron envolver tan rápido la construcción de 24 pisos. Reclamaron, además, que no se ha hecho lo suficiente para asistir a quienes se quedaron sin hogar o no tienen información sobre algún familiar desaparecido.

May se retiró este viernes de la zona del incendio, en medio de una fuerte custodia policial y del abucheo de los inconformes, tras su visita a las víctimas. La primera ministra conservadora, quien ya enfrentó presiones por el resultado desfavorable de una elección anticipada a la que convocó en busca de fortalecer su gobierno, fue duramente criticada por no reunirse antes con los afectados.

El recién nombrado jefe de gabinete, Gavin Barwell, se negó a responder a la prensa sobre el incumplimiento de una revisión de la normativa de seguridad de la torre. El funcionario fue perseguido por un reportero de televisión que le exigió respuestas sobre la revisión que durante años habían pedido expertos. Barwell, del Partido Conservador, fue ministro de Vivienda de 2016 hasta antes de la pasada elcción.

May prometió una investigación pública y 5 millones de libras (6.4 millones de dólares) para ayudar a las víctimas.

El líder laborista, Jeremy Corbyn; el alcalde de Londres, Sadiq Khan; el príncipe Guillermo, y la reina Isabel, de 91 años, visitaron a los sobrevivientes.

Fuentes de The Independent aseguraron que el Consejo de Kensington y Chelsea fue advertido meses antes de que debía revisar el riesgo de incendio en la torre de Grenfell, pues había fugas de gas y desperfectos.