La poeta Elsa Cross (CDMX, 1946) no sufre de falta de sueño, sin embargo una situación muy particular en su vida produjo ese padecimiento, expresa a La Jornada con motivo de la presentación de su poemario Insomnio, 2016.

Ese trabajo, publicado por Ediciones Era, reúne 13 poemas, de más de 50 versos cada uno, a la manera de cantos libres.

Hace unos años su libro Baniano (1986) fue traducido al bengalí y Cross fue invitada a Calcuta para la presentación. Como hay 12 horas de diferencia con México, la también filósofa pasó tres noches sin dormir y sentía enloquecer. Salieron los tres primeros cantos casi de golpe. Esa situación se repitió en Ginebra, París, Xalapa, San Cristóbal de las Casas y Cuernavaca. Tenía el sueño perturbado, entonces salieron otras partes del libro.

Elsa Cross espera no volver a escribir sobre el insomnio, aunque de repente le cuesta trabajo dormir, sin que sea nada del otro mundo.

Hace un lustro la poesía completa de Cross fue publicada por Era y desde entonces ha escrito dos libros más, Atrapa sueños (2014) y el presente con el que la autora celebra medio siglo de trayectoria, dijo el poeta Josu Landa. Para el también filósofo, Insomnio es “la relación obsesiva y abismada de lo sucedido durante cierta noche –o noches– en la que que acontece ese modo agónico de la vigilia que es la imposibilidad de dormir”.

Aclaró que el insomnio del que se habla en el libro no es un trastorno neuronal o sicofisiológico que impone una vigilia forzada y torturante a quien lo padece, sino que es la persistencia en el estados de despierto característica de las almas fuertes, bien construidas y creativas.

Elsa Cross en las instalaciones de Ediciones Era, donde presentó su poemario InsomnioFoto Marco Peláez

Landa habló de los 13 momentos en que se divide el poemario hasta que todo cae en su sitio y el tiempo vuela ingrávido... el insomnio cede paso a una marea profunda. Aseguró que quien sostenga el aliento hasta el último verso de Insomnio, habrá dado con la paradoja que sustenta este libro. “La posible imposibilidad de haber tratado de ‘descubrir con palabras la muerte de las palabras’”.

Según la poeta Camila Krauss (Xalapa, 1976), para quien Cross se ha convertido en una especie de mentora durante casi 12 años, los poemas del libro se asemejan a papiros que se suceden en pliegos sueltos de la antigüedad.

Continuó: “Desprovistos de rito y en tiempos desalmados, el insomnio de este siglo puede ser iniciático, al menos algo así propone este libro. Bajo una lírica elocuente y estilo directo la poeta narra las tesis de trastorno del sueño. Como toda su obra, Elsa ha escrito este poemario con un lenguaje culto, en una tesitura grave, con imágenes que transitan un mismo insomnio hecho de insomnios.

Rigurosa en la forma, permitiéndose a veces omitir la puntuación por el uso del espacio en blanco, ritma con aliteraciones que aligeran lo angustioso de noches sin tregua para el raciocinio.

Formada en el taller de Juan José Arreola, Cross es dueña de una voz sumamente fina y sugerente que ha tendido puentes poéticos entre la historia, la mitología, las religiones y las cosmovisiones de México, Grecia, India y muchos otros extremos de nuestro mundo, se lee en la contraportada de Insomnio.