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ste jueves y viernes se celebrará en Miami, Florida, la Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, convocada conjuntamente por los gobiernos de México y de Estados Unidos. Este encuentro de alto nivel es resultado del trabajo cercano entre ambas naciones durante los últimos meses.

En enero de 2017, el presidente Enrique Peña Nieto definió los objetivos de política exterior que seguirá México durante los próximos dos años. Respecto a los países de Centroamérica, y particularmente con los que integran el Triángulo Norte –El Salvador, Guatemala y Honduras–, el mandatario mexicano indicó que debemos avanzar para atender retos comunes, como el desarrollo, la paz y la migración segura y ordenada, respetuosa de los derechos humanos.

Asimismo, indicó que uno de los objetivos de su gobierno en la negociación con Estados Unidos es que el desarrollo del hemisferio sea una responsabilidad compartida. En ese sentido, el presidente Peña Nieto señaló que los gobiernos de México y Estados Unidos debemos asumir un compromiso concreto para trabajar de manera conjunta en promover el desarrollo de los países de Centroamérica.

La Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica demuestra este compromiso concreto y conjunto de los gobiernos mexicano y estadunidense para promover el desarrollo en la región, al que se sumarán los presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras, así como representantes gubernamentales de alto nivel del resto de los países de la región y de Canadá, Colombia, Chile, España y la Unión Europea.

En México se combinan todas las realidades de la migración internacional. Somos un país de origen, tránsito, destino y retorno de personas, lo que nos ha permitido desarrollar una visión amplia de este fenómeno.

La migración es inherente al ser humano. Cada año millones de personas cruzan las fronteras y se establecen en países distintos al suyo. Las causas son múltiples. El reto de la comunidad internacional es lograr que estos flujos sucedan de manera ordenada, segura y regular, a través de políticas encaminadas al respeto de los derechos humanos de todas las personas. No podemos ignorar a quienes abandonan sus países en búsqueda de mejores oportunidades o que huyen de conflictos armados, violencia y crisis humanitarias.

El número de mexicanos indocumentados hacia Estados Unidos ha disminuido. Sin embargo, en los últimos tres años la cantidad de personas que atraviesan México de forma irregular rumbo a ese país, creció en más de 100 por ciento.

La migración irregular no es un tema que se resolverá aplicando controles migratorios. Sólo políticas integrales que impulsen el desarrollo sostenible, en entornos adecuados y que aseguren el respeto de los derechos humanos de las personas, nos permitirán ordenar dichos flujos de manera paulatina, mediante una visión de corresponsabilidad entre los países de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes. Ese es el enfoque con el que México se relaciona con las naciones centroamericanas.

La Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica será también un espacio para sumar al sector privado como socio en el esfuerzo por catalizar el desarrollo sustentable de la región. La participación de importantes empresas mexicanas presentes en Centroamérica es un activo que aportará elementos significativos a las discusiones que se tendrán en Miami.

Confiamos en que la suma de voluntades permitirá fortalecer también una iniciativa de los propios países del Triángulo Norte: la Alianza para la Prosperidad. Este plan promueve la coordinación y articulación de acciones y busca generar el arraigo de la población con sus países, mediante un cambio estructural que brinde oportunidades económicas por medio de cuatro líneas estratégicas: desarrollar el capital humano, mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia, dinamizar el sector productivo y fortalecer las instituciones.

La conferencia será una oportunidad para identificar y ubicar áreas de convergencia entre ésta y otras agendas de desarrollo e inversión, las cuales deberán buscar crear economías incluyentes, que mejoren la calidad de vida de la población, con estrategias claras para reducir la violencia y mejorar los sistemas de impartición de justicia y la protección de los derechos humanos en Centroamérica.

El gobierno mexicano está convencido que el desarrollo y la prosperidad de los países hermanos de Centroamérica repercute en el nuestro. México asume su responsabilidad compartida.